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El Short-Form Index of Care (Teaching) (Caine, Tapia y Canzonieri, 2024-25) es una adaptación sintetizada del Index of Care, IoC o Índice del Cuidado (Tilley y Cameron, 2014). Recordemos que el Índice del Cuidado (en adelante, Índice) es una herramienta que ayuda a evaluar la posibilidad de atención de la salud hacia personas con discapacidades en contextos del pasado. El Índice opera como instrumento metodológico dentro de la bioarqueología del cuidado, permitiendo analizar si un individuo con una patología observable en el registro óseo pudo haber sobrevivido gracias a cuidados proporcionados por su comunidad y el grado de atención de estos. También ofrece perspectivas sobre la extensión de este comportamiento tanto a nivel individual como colectivo, y sus implicaciones para su identidad cultural del grupo.
Por su parte, el Short-Form Index of Care (Teaching), en adelante IoC-T, es una versión abreviada del análisis que mantiene la base teórica y los elementos esenciales del Índice, pero está diseñada específicamente para facilitar su uso en el ámbito educativo, de manera que los profesores puedan introducir estos conceptos de forma práctica en el aula.
Esta nueva herramienta no sustituye al Índice del Cuidado original, ni pretende alcanzar su nivel de profundidad interpretativa. Su propósito es facilitar que docentes, estudiantes y otras personas interesadas (con conocimiento básico de los principios y etapas de análisis de la bioarqueología del cuidado) puedan explorar aspectos fundamentales del cuidado en contextos arqueológicos y se familiaricen con su enfoque práctico, accesible y riguroso, sin tener que abordar la complejidad total del Índice.
¿Por qué crear esta versión del Índice del Cuidado?
Por su orientación a la actividad investigadora, comprendemos que la aplicación del Índice del Cuidado requiere tiempo, conocimientos especializados y experiencia en interpretación bioarqueológica. Si bien esto lo convierte en un instrumento valioso para el estudio, también plantea desafíos para su uso en entornos educativos, donde los alumnos están en proceso de adquirir esas competencias, y los docentes no tienen por qué ser expertos en la materia.
Frente a esto, el IoC-T nace con el objetivo de reducir la carga técnica sin perder el enfoque analítico, proporcionando una herramienta de iniciación. Es ideal, por ejemplo, para cursos universitarios, talleres divulgativos o actividades formativas centradas en la bioarqueología, la paleopatología o los estudios sobre discapacidad en el pasado. Los profesores de bioarqueología, antropología física y áreas relacionadas encuentran así una herramienta que les permite:
- Facilitar el aprendizaje: Al reducir la complejidad, se ofrece un marco didáctico en el que los estudiantes pueden aprender la noción del cuidado y los principios de su estudio en sociedades antiguas.
- Aplicar el método de forma práctica: Con ejercicios prácticos basados en evidencia osteológica, la herramienta está diseñada con un enfoque totalmente didáctico para aprender a aplicar los conceptos teóricos.
- Fomentar la interpretación crítica: Se invita a los estudiantes a interpretar y discutir los hallazgos bioarqueológicos, a reflexionar sobre la discapacidad, la dependencia y el valor social de la vida humana en distintos contextos culturales, y a vincular contenidos bioarqueológicos con debates contemporáneos sobre ética, salud y comunidad. Estas son habilidades fundamentales en la formación académica.

