The Man Machine. Hacia una nueva especie humana

De cazadores recolectores a agricultores. De agricultores a obreros industriales. Desde ahí el ser humano ha evolucionado hasta desarrollar tecnologías de la información y comunicaciones que han supuesto un avance extraordinario. La pandemia que nos azota ha permitido sacar el máximo partido de estas tecnologías. Podemos empezar a vislumbrar hasta dónde llegar en su uso. Pero desde el confinamiento en el que estamos, permitidme que lleve a cabo una reflexión: ¿y ahora qué? ¿Hacia dónde nos encaminamos?

Intentemos realizar un salto hacia atrás en el que nos pongamos en la situación de un ser humano, 15.000 años atrás, que sobrevivía de lo que cazaba o pescaba de forma oportunista y tras recorrer grandes distancias. Recolectaba vegetales comestibles que surgían, de forma más o menos periódica, pero que no aseguraban el sustento de forma recurrente. El cambio que supuso para nuestra especie el controlar la vida vegetal a través del conocimiento de los ciclos estacionales, de la selección de las mejores semillas o de las mejores tierras permitió obtener un sustento periódico más o menos asegurado: la disponibilidad, de forma diaria y sin largos desplazamientos, de carne y derivados animales que facilitaban la subsistencia de una forma más cómoda. Esta revolución neolítica dio lugar a cambios realmente radicales respecto al mundo anterior. El ser humano se pudo beneficiar de ahorros de tiempo y esfuerzo que se dedicaron a otras actividades, desde las sociales hasta las culturales. También tuvo su lado negativo. Surgieron élites que, generalmente por medios no pacíficos, acumularon recursos agrícolas, ganaderos e industriales, situación que ha evolucionado hasta la actualidad. Hay otros factores que influyen como el esfuerzo personal, la imaginación e incluso la suerte pero es un hecho que está ahí.

Tras la reflexión anterior que intenta mostrar el impacto de un cambio tecnológico radical en un momento de la historia volvemos a la pregunta anterior – y ¿ahora qué? ¿Qué nos va a suponer el nuevo entorno digital que ya tenemos delante y que crece a velocidad exponencial?– El profesor Klaus Schaw, fundador del popularmente conocido como Foro de Davos, comenta en su libro La cuarta revolución industrial, «Por primera vez podemos afirmar que la cuarta revolución industrial acarrea la transformación de la humanidad, debido a la convergencia de sistemas digitales, físicos y biológicos que la protagonizan». Esto puede significar la integración de las máquinas y el Homo sapiens de tal forma que la especie humana podría cambiar a otra forma de vida, sobre todo intelectual.

Una nueva especie

¿Se podría aventurar que estaríamos ante una evolución o cambio de nuestra especie? ¿Nuestra integración con las máquinas supondrá tal salto? Da vértigo pensar en algo así. ¿Os imagináis por ejemplo una integración hombre-máquina que suponga que para aprender inglés, o español para los angloparlantes, sea suficiente con instalarnos el software de un curso de inglés?

En fin, esto supondría avances y beneficios extraordinarios. Oportunidades en todos los campos que nos podamos imaginar. Como lo fue la máquina de vapor como base para la Primera revolución industrial. En el siglo XIX se dieron movimientos sociales que veían este avance como una amenaza para el empleo y destruían las máquinas. Luego se vio que no fue así, al contrario. Hay que sacar el máximo partido de este nuevo entorno tecnológico. A nivel médico sobre todo en el campo neurológico y ortopédico, a nivel intelectual, empresarial, científico, cultural.

Sin embargo, como sucedió en la revolución neolítica, también puede haber impactos negativos. Se intentarán conformar nuevas élites con el objetivo de controlar, no ya la producción agrícola o industrial, sino llegar más allá y controlar los nuevos medios de producción. Estamos hablando del control sobre el pensamiento, a la desaparición de la creatividad humana que es uno de los rasgos básicos de nuestra especie; en definitiva, a la integración de hombre y máquina.

«La Angustia», de Edwin Garcia Maldonado

Sigue leyendo