Covalanas: la cueva de las ciervas rojas (que se mueven)

El Monte Pando (o Monte Haza), ubicado en el norte de la Península Ibérica, se formó durante la Orogenia Alpina hace unos 40 millones de años (Ma). El choque de placas tectónicas hizo emerger la roca caliza que conformaba el fondo de un mar cálido existente desde hacía 120 Ma. La acción de corrientes de agua fue erosionando y disolviendo la roca caliza hasta formar numerosas cavidades, en cuyas paredes se conservan conchas fosilizadas de mejillones, lapas y otros moluscos. En diez de las cavidades del monte se han encontrado evidencias prehistóricas de ocupación humana, destacando Covalanas, Cullalvera, La Haza y El Mirón.

El Mirón y Covalanas están situadas una debajo de la otra. Tienen una situación estratégica dominando el fondo del valle y la confluencia de dos ríos (Calera y Gándara), y es un lugar claramente visible desde un amplio territorio. Covalanas es la primera cueva con arte que se descubrió en España después de Altamira, en 1903, poco antes que las demás cuevas de la misma zona. El nivel original del suelo estaba un metro por encima del actual (hasta los años 1950 no se rebajó), pero en la zona de pinturas está en su nivel original. Aunque pocos años después de su descubrimiento se describieron algunos objetos líticos y paleontológicos hallados en la entrada de la cueva, el conjunto está muy poco diagnosticado y no aporta información sobre su cronología. Se suele considerar que los humanos que pintaban en Covalanas realizaban su actividad principalmente en El Mirón, donde existe un gran yacimiento. La destacada presencia de estos sitios en el monte pudo haber influido en la elección de la superior, Covalanas, como sitio singular para llevar a cabo las pinturas parietales (no hay grabados ni arte mueble).

Covalanas consta de dos galerías independientes, y las pinturas se concentran a lo largo de tan solo 12 m en la galería derecha, en la parte más profunda de la misma. En la galería izquierda hay también algunos restos de trazos negros. Se le llama también la cueva de las ciervas rojas, porque de las 22 representaciones zoomórficas 18 son ciervas, una de ellas tal vez preñada (muy similar a la cierva preñada de El Pendo); también hay un ciervo, un uro, un caballo, otro zoomorfo con rasgos híbridos, y varios signos y restos de coloración sueltos.

Plano de la Cueva de Covalanas. Imagen: Moure A, González M, González C (1990). Las pinturas rupestres paleolíticas de la Cueva de Covalanas (Ramales de la Victoria, Cantabria). Trabajos de prehistoria 47

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