La vida y el arte en la cueva del Parpalló

La cueva del Parpalló es un abrigo natural formado por la disolución de roca caliza en el macizo del Mondúber, en la localidad de Gandía (España). Debe su nombre a una pequeña ave (parpalló o avión zapador, Riparia riparia) que anidaba en la pared de la entrada a la cueva.

Era un refugio de pastores y ganado hasta que en 1872 se hallaron los primeros materiales arqueológicos. En 1913 apareció el primer objeto de arte mueble, pero la cueva no se excavó por completo hasta los años 1929-31, en tres campañas sucesivas bajo la dirección de Lluís Pericot. Se excavaron 8,5 m de sedimentos.

Se han encontrado evidencias de ocupación humana desde el Gravetiense (23 Ka), con el periodo más intenso de ocupación en el Solutrense (21-15 Ka), que continuó en el Madgaleniense hasta hace 11 Ka.

La vida en la cueva

La cueva es una fuente de información importante para el entendimiento de la vida en la zona durante 12.000 años, que incluyeron el último máximo glacial (20 Ka):

  • Los grupos humanos se componían de unos 10-12 individuos. Eran nómadas, ocupaban la cueva de forma estacional.
  • La cueva está en una zona de tránsito entre el llano litoral y el interior montañoso, idónea para la observación de los grupos de grandes herbívoros que merodeaban en ambos lados.

Boca y entorno cueva del Parpalló. Foto: Roberto Sáez

  • Vivían de la caza especializada con propulsores y arcos, y de la recolección de plantas y frutos silvestres. Al final del periodo de ocupación humana de la cueva también aparecen restos de pesca (p.ej. arpones) y marisqueo (p.ej. conchas de moluscos).
  • Los animales más cazados eran ciervos, cabras monteses y conejos y, en menor medida, caballos y uros. Se trasladaban enteros a la cueva y allí se consumían, pero también se usaban técnicas de conservación natural como el fileteado y posterior ahumado, o el secado al aire libre. También se consumía el tuétano fracturando o hirviendo los huesos.

  • Empleaban agujas de coser y punzones para la elaboración de ropa, posiblemente con capuchas. Fabricaban adornos como collares y pulseras hechos de conchas, caracoles, huesos, asta, dientes de animales, piedras y probablemente madera y cuero. Las agujas también se decoraban.

Collar de conchas cueva del Parpalló. Centro de interpretación Parpalló Borrell. Foto: Roberto Sáez

  • Enterraban a sus muertos en determinadas zonas de la cueva, con pequeños ajuares. No se descartan algunos ritos funerarios al aire libre. Entre los restos humanos encontrados, destaca el cráneo de una chica de unos 15 años, que fue sepultado hace 20.000 años separado del resto del cuerpo y con piedras alrededor.

Cráneo cueva del Parpalló. Museo Prehistoria de Valencia. Foto: Wikipedia

El arte en la cueva

En la cueva del Parpalló se ha encontrado un conjunto espectacular de arte mueble, el más numeroso del mundo: 5.034 plaquetas con 6.245 caras decoradas, con grabados, pinturas y combinaciones de ambos, que abarcan una cronología ininterrumpida entre hace 23-12 Ka.

Los temas de las plaquetas son:

  • 766 animales, representando principalmente cabras monteses, ciervos, caballos y uros. ¿Posible ritual para favorecer la caza? En menor medida, también hay plaquetas con rebecos, cánidos, zorros, linces, jabalíes, un topo campesino, una perdiz y un pato.
  • 4.022 signos.
  • 8 posibles antropomorfos.
  • Otros trazos sin un tema aparente. ¿Aprendizaje, descartes?

Para poner en valor este conjunto, podemos contrastarlo con la siguiente cueva en cuanto a número de objetos de arte mueble, que es La Marche (Francia) con 1.512 plaquetas.

Además de las plaquetas, en 2001 se encontró en Parpalló un grabado parietal de un caballo datado en 20.000 años, al pie de la gran estalagmita de la cueva, que le otorgó al yacimiento la clasificación de Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Arte cueva del Parpalló. Centro de interpretación Parpalló Borrell. Foto: Roberto Sáez

Curiosidades

  • No hay ninguna representación de conejo, a pesar de ser el animal más consumido en la cueva.
  • La luz solar llega a la galería interior de la cueva en los equinoccios (ver estudio arqueoastronómico). Podría indicar un uso de la cueva como reloj solar, o como calendario que marca el inicio de la estación de caza, o uso ritual.
  • El estudio acústico de la cueva también han puesto de manifiesto una especial sonoridad, apoyando la hipótesis de posibles rituales o actos sociales.

Vista del abrigo y acceso a galería interior cueva del Parpalló (I). Foto: Roberto Sáez. Grabado de cierva, período gravetiense (D). Foto: Wikipedia

3 pensamientos en “La vida y el arte en la cueva del Parpalló

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