En los orígenes de Homo: nuevos fósiles y su interpretación

Se ha publicado un nuevo conjunto de dientes aislados encontrados en el yacimiento de Ledi-Geraru, Etiopía (Villmoare, Delezene, Rector et al., 2025). En este lugar también se encontró una mandíbula con dientes asociada a Homo (Villmoare et al., 2015), cuya antigüedad (2,8 Ma, millones de años) le haría ser el fósil más antiguo conocido de nuestro género.

Ledi-Geraru se encuentra al norte de la región de Afar. Esta región es importante para entender la confusa aparición de las primeras formas de Homo en paralelo al desarrollo de Australopithecus entre hace 3 y 2 Ma representados, por ejemplo, por la especie Australopithecus garhi, de 2,5 Ma (Asfaw et al., 1999).

Los rasgos morfológicos de estos nuevos dientes han permitido interpretar algunos como cercanos a los primeros Homo, mientras que otros se aproximan a Australopithecus, sin poder determinarse a qué especie. Estos descubrimientos deben entenderse, ante todo, como datos adicionales que amplían nuestro conocimiento y enriquecen hipótesis previas, como la mencionada existencia muy temprana de primeros Homo en la región contemporáneos a los australopitecos que vivieron durante cientos de miles de años más. Pero estos pocos dientes no suponen una revolución del árbol evolutivo humano ni su reescritura. De hecho, los propios autores de la publicación subrayan la cautela con la que debe leerse su interpretación: ni estos dientes permiten determinar con claridad la aparición del género Homo, ni definir una nueva especie de Australopithecus. Más bien, invitan a seguir explorando la difusa frontera entre Australopithecus y los primeros Homo, aportando piezas nuevas a un puzle todavía muy incompleto, sin caer en las narrativas simplistas sobre «nuevos ancestros humanos» a las que, lamentablemente, estamos habituados.

En este post, he tratado de describir de forma sencilla estos fósiles para ilustrar la interesantísima variabilidad dental que los distingue de otras especies de australopitecos, como Australopithecus afarensis y A. garhi, así como de Paranthropus, mientras que algunos recuerdan más a los dientes humanos.

Dientes de Ledi-Geraru asociados a Homo y Australopithecus. Crédito: Villmoare et al. (2025).

LD 302-23 (premolar inferior, Homo)
Es un premolar bastante completo, con proporciones relativamente anchas bucolingualmente en comparación con la dimensión mesiodistal. Presenta una cúspide principal lingual pequeña y adelantada, que delimita una cavidad anterior muy reducida. La cresta marginal mesial aparece continua y más desarrollada de lo habitual en Australopithecus. El talónido (parte trasera) es relativamente corto. En conjunto, comparte pocas similtudes con Australopithecus (como A. anamensis, A. deyiremeda o la mayoría de A. afarensis) y con Paranthropus, y muestra afinidades con formas tempranas de Homo.

LD 750-115670 (premolar inferior, aff. Australopithecus)
Otro premolar bien conservado. Sus cúspides principales están adelantadas y comprimidas, con una cavidad anterior reducida y un sector distal más amplio. Una cúspide distolingual baja contribuye a la asimetría del contorno. Su tamaño es grande en relación con la variabilidad conocida para A. afarensis. Comparado con los ejemplares de Hadar, muestra una cara lingual-mesial más redondeada, una superficie bucal más convexa y una cavidad anterior estrecha. No se ajusta al patrón de Paranthropus ni a Homo, por lo que se considera provisionalmente dentro de Australopithecus (Australopithecus aff.).

LD 760 (molares, canino e incisivos, Australopithecus)
Este conjunto incluye molares inferiores, un molar superior parcial y piezas anteriores. Los molares inferiores son relativamente amplios, con proporciones mesiodistales y bucolinguales más próximas a un patrón cuadrangular que en otras especies, una reducción de tamaño del M3 relativamente limitada, caras bucales convexas y surcos menos marcados que en A. afarensis, con un protostílido parcial (cúspide accesoria). El molar superior conserva un hipocono (cúspide de la parte trasera interna) bien desarrollado, a diferencia de lo observado en A. garhi. El canino presenta una forma distal diferente a la de los A. afarensis, aunque sin rasgos inequívocos. En su conjunto, se clasifica dentro de Australopithecus, sin llegar a concretar especie.

Los autores sugieren que los dientes LD 750 y LD 760 son de una especie de Australopithecus hasta ahora desconocida en la región de Afar, de forma que al menos tres linajes existirían en el lugar entre hace 3 y 2,5 Ma: Homo, A. garhi y este Australopithecus de Ledi-Geraru.

AS 100-1 (molares con afinidad a Homo)
Incluye un primer molar parcial y un segundo molar completo. Este último tiene un contorno más romboidal, cúspides bucales adelantadas y un hipocono grande y bien definido. A diferencia de A. afarensis, el borde lingual es casi recto. Estos caracteres son más consistentes con Homo que con Australopithecus, con analogías en dientes de Hadar y Mille-Logya, y contrastan con el patrón de A. garhi, cuyos molares son más grandes con hipocono reducido.

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