La ontogenia de los parántropos, más similar a la de los humanos que a la de los australopitecos

La ontogenia de los parántropos, más similar a la de los humanos que a la de los australopitecos

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Solemos conocer pocas novedades sobre australopitecos, y menos aún sobre los parántropos, un género asombroso por lo exageradas que nos parecen determinadas partes de su morfología craneal (dentición poscanina, cresta sagital, cara proyectada y con forma cóncava…). La hipótesis más aceptada es que esta morfología masiva responde a una especialización de la masticación repetida de vegetales duros o abrasivos. Pero hay menos claridad respecto a cuál es el origen de estos seres y a su relación con las formas de Australopithecus y de Homo con las que podrían haber llegado a compartir no solo rango temporal sino también, al menos con Homo, un mismo paisaje.

Por ahora, la hipótesis más aceptada es la de una relación filogenética de los parántropos con alguna rama de australopitecos, de modo que estas formas robustas y los primeros representantes de nuestro género Homo son clados hermanos. En un nuevo trabajo recientemente publicado, José Braga y otros (2023) profundizan en este aspecto a partir de cuatro individuos infantiles de Paranthropus robustus, especie que por el momento sólo se conoce en varios yacimientos sudafricanos de la llamada «Cuna de la Humanidad». Tres de los especímenes analizados proceden de Kromdraai unidad P (KW 6420, KW 9000/9600 y KW 10840) y uno de Drimolen (DNH 47). Los autores encuentran que, en muchos rasgos craneales, la ontogenia de Paranthropus robustus es más próxima a la de Homo que a la de Australopithecus africanus. Algunos detalles de este trabajo son los siguientes:

  • Aunque la mayoría de los rasgos craneofaciales robustos distintivos aparecen relativamente tarde en la ontogenia, esto no se da de igual forma en todo el cráneo.
  • La cara en desarrollo de P. robustus tenía patrones de crecimiento premaxilares y maxilares separados, como ocurre en los humanos modernos y en los simios africanos.
  • El desarrollo de un esqueleto facial posterior muy alto, con una región posterior del paladar profunda, están probablemente asociados al gran engrosamiento progresivo del paladar característico de la ontogenia de P. robustus.
  • El sistema masticatorio en P. robustus no alcanza su forma adulta en el momento de la aparición del primer molar: antes de la emergencia del M1, tanto en A. africanus (Niño de Taung) como en P. robustus (KW 9000), el refuerzo de la cara anterior lateral de la abertura nasal permitía la transmisión de fuerza desde los dientes anteriores deciduos que estaban ya desgastados.
  • En definitiva, mientras que algunas características de la cara adulta de robustus son evidentes antes de la aparición del primer molar, como la posición del cigomático-maxilar y los pilares anteriores, otras no lo son, como el grosor del paladar. Este patrón mixto también se observa en especímenes australopitecinos del sur de África.
Reconstrucción de un cráneo infantil de Paranthropus robustus

Reconstrucción de un cráneo infantil de Paranthropus robustus. Crédito: José Braga et al (2023)

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