Atapuerca 2020, una campaña especial

Hace solo un par de meses, en pleno confinamiento total en España como medida de contención del coronavirus, los codirectores de Atapuerca mostraban su pesimismo sobre la posibilidad de hacer una campaña de excavación este año. Finalmente, con esfuerzo e imaginación se ha podido realizar durante casi un mes, en vez de mes y medio, y con la cuarta o quinta parte de las personas que venían otros años. Por ello, en esta ocasión tan extraña, se ha puesto el foco en cinco yacimientos y unos objetivos muy concretos. El equipo estaba fundamentalmente compuesto por los veteranos de cada yacimiento, y se ha sacrificado la componente más formativa que la campaña de Atapuerca supone para otros investigadores en fases más tempranas de su carrera. Adicionalmente, se han tomado otras medidas de prevención que percibí desde la misma entrada al complejo. Eudald Carbonell destacaba la gran suerte de haber podido ejecutar esta campaña, encajada justo entre el fin del estado de alarma y el inicio de nuevos brotes de contagios por el país.

El acceso por la Trinchera del Ferrocarril permite una fantástica observación del sistema kárstico de Atapuerca, enclavado en un sistema de calizas del Cretácico. Las láminas de caliza que se aprecian en las paredes de la trinchera son los depósitos sedimentarios del mar del Cretácico. Las fisuras del sedimento fueron propicias para que entrara el agua y formara el karst. Daniel García-Martínez me habla por ejemplo de algunos fósiles marinos aparecidos en Cueva Fantasma, como negativos de bivalvos y algún gasterópodo. Los sedimentos cuaternarios se distinguen bien en las paredes por el color anaranjado de sus arcillas y arenas, mientras que las calizas tienen un tono más blanquecino o grisáceo.

Este vídeo resume la mañana que pasé en Atapuerca, y que detallaré a continuación.

Elefante

En primer lugar, encontramos la Sima del Elefante, llamada así porque se habían identificado como de elefante los primeros huesos de un gran ungulado descubiertos allí. Posteriormente se vio que eran de hipopótamo, pero también se acabó encontrando de elefante.

Elefante es un yacimiento de forma cónica con una sedimentología muy «agradecida»: la orientación de las capas se aprecia muy bien. En los niveles superiores se recuperó algo de industria que parece de neandertal, y en TE9 aparecen en 2007 restos humanos junto con herramientas de 1,2 millones de años (Ma), de forma casual mientras se estaba perfilando. Se trata de una mandíbula de aspecto arcaico que no se puede asociar todavía a una especie.

La cueva se está excavando en extensión y queda aún mucho sedimento por llegar al suelo, aunque no se espera un registro más antiguo de 1,5 Ma. Queda por excavar fundamentalmente el nivel TE7, que parece ser solo paleontológico, donde se han encontrado restos de tortuga, oso y castor. En esta campaña han continuado los trabajos de preparación necesarios para poder buscar el suelo de la cueva en próximos años: una parte cubierta por un Cut and Fill y grandes bloques de piedra que se han retirado para seguir excavando TE7.

Fantasma

Subiendo una senda lateral, por encima de Gran Dolina encontramos el enorme yacimiento de Cueva Fantasma, el mayor del sistema Atapuerca, nuevo, poco conocido y con muchísimo potencial. El sitio se abrió para emplearse como cantera en los años 1950, y su nombre se debe a que no parecía una cueva por la gran alteración de su aspecto.

Allí, Daniel García-Martínez me detalla los dos tipos de trabajos que realizan: por una parte, el acondicionamiento del sedimento removido como consecuencia de la explotación de la cantera, de forma que dejarán un frente de excavación y que permita determinar la estratigrafía; y por otra parte ya excavan en dos zonas: la sala y una de las dos entradas que tuvo la cueva.

La sala era una gran bóveda que permite fácilmente imaginar el sitio como una cueva muy amplia, distinta a las cavidades profundas y estrechas de Elefante o Dolina. Se está trabajando en un nivel muy interesante en cuanto a restos de fauna, con huesos bastante completos. En cuanto a herbívoros, destacan los huesos de caballo que representan casi todas las partes del esqueleto (por ejemplo, destacan dos hemimandíbulas completas), y también de rinoceronte y ciervo. En cuanto a carnívoros, hay hiena, oso, lobo, tejón, lince, y posible león.

Aquí se halló en 2016 un parietal de neandertal durante los primeros trabajos de limpieza, pero no se puede determinar aún la causa de su presencia en el sitio; es decir: ¿fue una presa de los carnívoros, o aquella cueva era aprovechada por los neandertales y lo que vemos es el resto de un enterramiento? Esta unidad también ha proporcionado algunas lascas de sílex, en apariencia musteriense. La cronología se ha estimado entre 60-100 miles de años (ka) mediante OSR.

Por otra parte, se está trabajando en una zona de la antigua entrada a la cueva, donde se han ido recuperando 6 herramientas líticas, de apariencia Levallois aunque en estudio, y restos de caballo, zorro y conejo.

«Manta» de huesos de fauna encontrados en Cueva Fantasma en 2020. Cortesía de Daniel García-Martínez

Dolina

Cerca de Fantasma se accede a los niveles superiores de Gran Dolina. Allí se está trabajando la mitad de la superficie de TD8, que todavía tiene 2 m de potencia, y a continuación está TD7 con unos 70 cm. En otra parte, desde TD9 se pasa a un Cut and Fill y luego directamente a TD6. Este año se ha podido estudiar ese interesante proceso de Cut and Fill que ocurrió hace alrededor de medio millón de años: un vaciado y relleno de sedimento por una combinación de procesos de bioturbación y de reactivación del karst que ya se había documentado en el sondeo de 1994.

Se observa bien la colada de calcita, estalagmitas y restos de estalactitas caídas que conforman el techo de TD8. Antonio Rodríguez-Hidalgo me dio una vibrante lección sobre los procesos geológicos que ocurrieron. Hace medio millón de años, el sedimento de TD8 subió tanto que taponó la entrada de la cueva. A partir de entonces, no entra más sedimento desde fuera, y la sedimentación que se produce es química: se forma un nuevo suelo de calcita durante miles de años. Las aguas van produciendo remolinos que erosionan el nivel, y este proceso va vaciando el fondo y rellenando los erosivos. José María Bermúdez de Castro lo describe como un bonito ejemplo del karst «vivo», según detallo en la entrevista recogido en el siguiente post.

En cuanto a restos paleontológicos, en TD8 aparecen carnívoros (jaguar, oso, hiena, lobo) y herbívoros (rinoceronte, caballo, ciervo). Rodríguez-Hidalgo explica que se trata de fauna del Pleistoceno medio pero que está emparentada con la del Pleistoceno inferior de los siguientes niveles.

Pero la gran novedad de este año ha sido la aparición de dos instrumentos líticos: un canto tallado de cuarcita de aspecto arcaico, con extracciones muy planas, sin apenas plataforma de explotación porque es muy pequeño, y una lasca simple de cuarcita. Sin embargo, estos objetos tan modestos permiten documentar, por primera vez en Atapuerca, la presencia humana en la transición del Pleistoceno inferior al Pleistoceno medio. El hueco temporal entre 600 y 800 ka ha generado muchas discusiones sobre el reemplazo de las poblaciones arcaicas europeas por la llegada de poblaciones achelenses, aunque por ahora estos nuevos grupos humanos parece que tuvieron una presencia marginal. En definitiva, estamos debatiendo sobre la continuidad o discontinuidad del poblamiento de Europa. En Gran Dolina se ha completado así prácticamente una secuencia completa con ocupación humana.

Lasca encontrada en Gran Dolina TD8 en 2020. Crédito: AOC/EIA

¿Fueron Dolina y Galería la misma cavidad?

Hay un sugerente debate geológico sobre qué representan Dolina y Galería en el conjunto kárstico de Atapuerca, ya que son los dos únicos volúmenes kársticos que no están conectados con Cueva Mayor.

Se han realizado estudios geológicos que, a través de georradar, resistividad magnética y otros métodos, determinan si un determinado volumen está formado por roca madre (caliza), por sedimento, o está vacío. Estos métodos sugieren que entre Dolina y Galería hay un volumen grande de relleno de sedimento. Todo apunta a que ambas pueden estar comunicadas con Cueva Mayor, como lo están Elefante y Fantasma. Y encaja con la cercanía entre las dos y con que, desde perspectivas geológicas y tecnológicas, los niveles TD9 y TD10 son análogos con la secuencia de Galería. Probablemente hay un «tapón» que no permite ver esa continuidad de Cueva Mayor hacia estas dos cavidades, pero se maneja la hipótesis de que sean dos brazos laterales de un brazo más grande que conectaría con Cueva Mayor. ¿Serían esas galerías de conexión estrechas, anchas, una cueva gigante…? En cualquier caso, todo es aún especulativo.

Cueva Mayor y Sima de los Huesos

Una vez más, a pesar del trabajo de excavación muy limitado, Sima de los Huesos produjo un nuevo fósil: un fragmento de occipital que podría pertenecer al Cráneo 10.

Además, se ha excavado el yacimiento de Galería de las Estatuas y también fuera de la cueva por primera vez. En este nuevo yacimiento exterior se han encontrado herramientas muy afines a la industria musteriense del interior. También en el interior de Estatuas, se halló en 2017 la falange de un pie de neandertal, de cronología estimada en 50 ka.

Fragmento de occipital, posiblemente perteneciente al Cráneo 10 de Sima de los Huesos. Fuente: @MiguelonMEH twitter.com/MiguelonMEH/status/1286237425661087744?s=20

Agradecimientos: a Daniel García-Martínez, Antonio Rodríguez-Hidalgo, José María Bermúdez de Castro y Susana Sarmiento, por su amabilidad y por la información aportada para elaborar este artículo.

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