Skhul 1: un cráneo infantil con indicios de hibridación

Una reevaluación morfológica del cráneo infantil Skhul 1, procedente de Monte Carmelo (Israel), se suma a la colección de individuos potencialmente híbridos de Homo sapiens y Homo neanderthalensis. Este individuo pertenece al magnífico conjunto de restos humanos encontrados en las cuevas de Skhul y Qafzeh en la década de 1930 por Theodore McCown y Dorothy Garrod. En aquellas excavaciones se recuperaron los esqueletos de 7 adultos y 3 niños, en apariencia enterrados intencionalmente, así como varios huesos aislados atribuidos a otros 16 individuos, junto con restos de fauna e industria lítica Levallois. Tradicionalmente, los restos humanos se han considerado como representantes de H. sapiens, aunque algunos especímenes muestran determinados rasgos que siempre han despertado dudas. De hecho, originalmente los restos de Skhul, junto con los de la cueva próxima de Tabun, se consideraron una transición entre neandertales y humanos modernos (McCown y Keith, 1937-1939).

Skhul 1 fue el primer fósil descubierto en la cueva. Se trata del cráneo de una niña de 3 a 5 años. Su antigüedad se estima en unos 140 ka (miles de años). El nuevo estudio (Bouvier et al., 2025) combina técnicas de escaneo microtomográfico, reconstrucción digital y análisis morfométrico para examinar su anatomía, dentro de un marco ontogenético en comparación con una muestra de cráneos infantiles de H. sapiens modernos, neandertales y H. erectus.

Cráneo Skhul 1. Crédito: Israel Hershkovitz/Tel Aviv University.

El volumen endocraneal reconstruido se estima en torno a 1100 cc, un valor elevado para su edad cronológica, en el extremo superior del rango conocido para humanos modernos infantiles (1050–1150 cc a esa edad), y parcialmente solapado con valores de neandertales subadultos.

La morfología de la bóveda craneal tiene rasgos sapiens, pero también bastantes rasgos neandertales. El perfil general, el occipital alargado con ligero plano nucal y los surcos vasculares parecen neandertales, mientras que el laberinto óseo y la inclinación de la base craneal son más sapiens.

La mandíbula tiene diversas características arcaicas, como la ausencia de incurvación mandibular anterior en la cara labial de la sínfisis (carece de mentum osseum, relieve triangular del mentón), y la inclinación retraída del plano alveolar en la cara lingual, con un ángulo sinfisario mayor de 90°. Estos rasgos se observan también en Skhul 10, otro individuo subadulto, de unos 8 años. El arco dental es amplio y redondeado, similar al de los niños neandertales. Aunque el esmalte no es similar al neandertal, la unión esmalte-dentina (EDJ) sí es más típica de neandertales que de sapiens.

Mandíbula de Skhul 1. Crédito: Digital Kenyon 3D Hominin Artifact Models.

Hipótesis de hibridación

Los autores proponen que la morfología de Skhul 1 es intermedia entre las trayectorias ontogenéticas de H. sapiens y H. neanderthalensis. El patrón de desarrollo craneal inferido no se ajusta a ninguna de las dos especies por separado, sino que podría explicarse como resultado de una combinación alométrica de ambas. Esto hace plantear la posibilidad de que se trate de un individuo híbrido, pero esta es una hipótesis basada exclusivamente en la morfología craneal, ya que nunca se ha intentado recuperar el ADN. Mientras no llegue un estudio genético, los autores proponen asignar Skhul 1 por ahora a un «paleodeme Skhul».

Cráneo de Skhul 1. Crédito: Digital Kenyon 3D Hominin Artifact Models.

Esta hipótesis se apoya en la evidencia genética creciente de flujo génico entre sapiens y neandertales antes de 60 ka (Prüfer et al., 2021), en precedentes morfológicos como el individuo de Oase 1 (~40 ka), que presenta rasgos derivados de la hibridación sapiens-neandertal hallada en su genoma, y en la interpretación del Levante como zona de permeabilidad biológica. Esta hipótesis es también consistente con la segunda oleada de introgresión de humano moderno a neandertal ocurrido hace 100-120 ka (Li et al., 2024).

Además, los yacimientos de Skhul y Qafzeh contienen restos de al menos una docena de individuos con grados variables de robustez y rasgos arcaicos, como Skhul 5 o Qafzeh 9. Skhul 1 se situaría en un extremo más pronunciado de esta variabilidad que podría estar reflejando fenómenos de flujo genético local o estructuras sociales complejas.

Un pensamiento en “Skhul 1: un cráneo infantil con indicios de hibridación

  1. Sería interesante comparar esos restos con Jebel Irhoud qué tiene 300.000 años para ver si posee rasgos en común con estos, ya que existe la hipótesis de que esos rasgos son debido a que esa niña conserva rasgos basales, pero realmente los primeros representantes de nuestra especie poseía rasgos parecidos a los neandertales o ya tenían rasgos qué son exclusivos de nuestra especie. Por lo tanto esos rasgos de skhul 1 son probablemente debido a la hibridacion, ya que sería ilógico pensar restos más antiguos tengan más características de nuestra especie que restos más modernos

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