Tres oleadas de sapiens y el reemplazo de los neandertales

Tres oleadas de sapiens y el reemplazo de los neandertales

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Conocemos la historia de la cueva Mandrin, en el sureste de Francia, donde se ha documentado una de las evidencias más antiguas de la presencia de humanos modernos en Europa occidental, gracias al nivel E de la secuencia que tiene un diente y tecnología de puntas y micropuntas denominada neroniana, fechado en 56,8-51,7 ka (miles de años), entre niveles musterienses que lo precedieron y sucedieron. Por tanto, estos materiales expresan una breve incursión de Homo sapiens, a la que siguieron nuevas ocupaciones neandertales del lugar. Esperemos comprender algún día qué sucedió con aquellos representantes de nuestra especie. Por ahora, solo podemos subrayar su naturaleza ocasional, como grupo extinguido que parece que no dejó continuidad en la región.

Hay dos aspectos destacados de aquella tecnología. Por una parte, indica un probable uso muy antiguo de flechas (y arcos). Por otra, tiene ciertos parecidos con la hallada en sitios del Mediterráneo oriental, especialmente el de Ksar Akil (Líbano), lo que ha llevado a un estudio comparativo entre los materiales de ambos yacimientos buscando conexiones tecnológicas trasmediterráneas. Ksar Akil se encuentra 10 km al norte de Beirut, y se excavó entre 1937-1938, 1947-1948 y 1969-1975, dando lugar a uno de los registros más completos reconocidos en Eurasia sobre la transición entre el Paleolítico medio y el Paleolítico superior.

En efecto, este nuevo trabajo (Slimak, 2023) identifica analogías y concluye que éstas parecen indicar la existencia de tres oleadas distintas de humanos modernos por el interior de Europa. A partir de la secuencia de Ksar Akil, se proponen tres fases del primer Paleolítico superior levantino que son análogas a las tres industrias asociadas a dichas oleadas en Europa occidental:

  • La primera fase (Paleolítico superior inicial, IUP) ocurrió en el rango de 50 a 60 ka. Equivaldría a las mencionadas poblaciones sapiens que se asentaron durante un breve periodo de tiempo en «territorio neandertal», y dejaron el Neroniano de la cueva de Mandrin (puntas y micropuntas) y muy pocas evidencias más.
Oleada 1 de humanos modernos en Europa occidental: Industria neroniana

Oleada 1 de humanos modernos en Europa occidental: industria neroniana. Crédito: Slimak (2023)

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Los humanos modernos ya estaban en Europa occidental hace 54.000 años

Los humanos modernos ya estaban en Europa occidental hace 54.000 años

Durante muchos años, se consideraron los restos de las cuevas de Qafzeh y Skhül en la actual Israel como representantes de las primeras oleadas de Homo sapiens que había salido de África hace unos 90 ka (miles de años), y se habían topado con la barrera demográfica que suponía la existencia grupos neandertales en el corredor levantino. Esta historia venía a satisfacer las dudas sobre determinados rasgos primitivos que mostraban esos cráneos modernos, y que incluso eran a veces interpretados como la consecuencia de una hibridación con los neandertales.

En la última década, el hallazgo de nuevos restos en Eurasia viene a mostrar que los humanos modernos protagonizaron distintos «intentos» de salidas de África:

  • Una mandíbula de Misliya (Monte Carmelo, Israel) de 160 ka.
  • 47 dientes en la cueva de Fuyan, en el sudeste de China, de antigüedad 80-120 ka.
  • Una falange intermedia del yacimiento Al Wusta en la península de Arabia de 85 ka, que muestra una migración por el estrecho de Bab el-Mandeb en adición a los tradicionales sitios de paso por el corredor levantino.

Sin embargo, en Europa no se tenía ningún registro de humanos modernos por encima de 45 ka. Entre los más antiguos tenemos un diente y seis fragmentos de hueso de Bacho Kiro (Bulgaria) de 43-46 ka, el cráneo de Zlatý kůň (República Checa) de unos 45 ka, los dos dientes y la industria Uluzziense de Grotta del Cavallo (Italia, 43-45 ka), la mandíbula Kent’s Cavern 4 (Reino Unido, 41-44 ka) y la mandíbula Oase-1 (Rumanía, 38-42 ka). En distintos sitios la industria que acompaña a los fósiles se asigna al Paleolítico superior inicial.

En 2019 el cráneo Apidima 1 (Grecia) generó un gran debate: su datación es de 210 ka, y algunos rasgos morfológicos recuerdan a Homo sapiens (es corto, tiene un contorno mediosagital redondeado y carece de moño occipital). Pudo ser una incursión temprana de humanos modernos en Europa que no progresó, con la enorme fortuna de dejar un elemento fósil, aunque ningún resto arqueológico que nos pudiera dar más pistas de qué grupo humano era a partir de su comportamiento. De hecho, tras esta posible presencia sapiens, en Apidima tenemos también el cráneo de un neandertal que estuvo allí 40.000 años después. En todo caso, esperemos que estas dataciones tan extraordinarias se confirmen con nuevos hallazgos.

Por el momento, manejábamos hasta ahora la presencia de sapiens conviviendo y cruzándose con neandertales durante al menos 5000 años en Europa, hace entre 40-45 ka, hasta la desaparición de estos últimos. De nuevo, la interpretación de esta carencia de sapiens anterior a los 45 ka se asociaba a un cierto freno por parte de grupos neandertales a las oleadas provenientes de África o de Levante.

Ahora hemos conocido un modesto diente deciduo en un nivel de 54 ka de la Grotte Mandrin, en el valle del Ródano, en el sur de Francia, un lugar estratégico para la observación y dominio del paisaje. Este sitio ya era bien conocido por sus niveles musterienses, que indican una ocupación neandertal intermitente a lo largo casi 40.000 años. La cueva viene estudiándose desde los años 1990, con 3 metros excavados donde hasta el momento han aparecido 60.000 artefactos líticos (con sílex traído de diversos lugares a 100 km en todas direcciones), 70.000 restos de fauna y numerosos restos de hogueras.  Sigue leyendo