Australopithecus sediba: quiénes eran y cómo murieron

Australopithecus sediba es la denominación de la especie asignada a los restos de hominino descubiertos por casualidad el 15 de agosto de 2008 en el yacimiento de Malapa (Sudáfrica), por Matthew Berger, hijo del paleoantropólogo Lee Berger y publicados en Science por Berger y otros en 2010. El registro de sediba incluye dos esqueletos muy completos, MH1 y MH2 que, en la fecha de su hallazgo, constituyeron el descubrimiento más reciente de un conjunto tan completo de fósiles de hominino. Este récord quedó superado poco después por los restos de Homo naledi en 2013.

Réplica del esqueleto MH1 de Au. sediba en el Museo de la Evolución Humana (Burgos). Crédito: Roberto Sáez

El estudio de cómo encaja Au. sediba en la transición hacia Homo es un reto complejo: sus rasgos gráciles y muy evolucionados respecto a previos australopitecinos le hacen ser un posible sucesor de Australopithecus africanus y puente entre los géneros Australopithecus y Homo. El mayor “pero” a esta posibilidad es el hecho de que los restos de Au. sediba encontrados hasta el momento son «demasiado modernos” (1,78-1,95 Ma) respecto a los primeros Homo, que suponemos que aparecieron cientos de miles de años antes.

Au. sediba tiene muchos parecidos a Au. africanus, de hecho comenzó siendo cuestionado como especie biológica distinta de ésta cuando se publicó en 2010, pero desde entonces parece que va adoptando una mayor aceptación como especie separada, con independencia de que la denominación Au. sediba se usa de forma totalmente extendida para identificar a los restos del yacimiento de Malapa.

  • Respecto a previos australopitecinos tiene mayor capacidad craneal, carece de cresta nucal y muestra reducción de prognatismo subnasal, cigomáticos y constricción postorbital.
  • Mantiene rasgos generales de los australopitecinos como el pequeño tamaño del cerebro, morfología de la dentición, glabela pronunciada y la originación de los maseteros en zona muy superior del cráneo.
  • Se parece a Homo en la arcada mandibular parabólica, la dentición postcanina, el arco supraorbital, la cara relativamente cuadrada y una ligera barbilla.
  • También el esqueleto postcraneal muestra una mezcla de rasgos modernos (mano, pelvis) y primitivos (longitud del brazo, tobillo).

La siguiente presentación trata de ilustrar este mosaico de rasgos de Au. sediba, y de encajar sus diferencias y semejanzas con los primeros Homo y con los australopitecinos previos.

¿Cómo murieron?

Por último, destaco un estudio publicado en octubre de 2015, que describe una serie de daños en MH1 y MH2 que pudieron ser causas de su muerte. Este tipo de golpes en vida no suelen encontrarse en restos de australopitecinos, sino que en la mayoría la causa de la muerte observada es natural o corresponde a la acción de depredadores. En Malapa, la fauna se fue acumulando en el sistema de cuevas como trampa natural, sin acceso a los carroñeros. El individuo MH2 muestra posibles fracturas y señales de una resistencia activa a un impacto en el brazo derecho, lo que apoya la hipótesis de la caída. Por su parte, MH1 muestra huellas de un golpe en la cara, que podría deberse a la caída, pero tampoco se puede descartar un acto de violencia interpersonal.

Photo: L’Abbé, E. N. et al. Evidence of fatal skeletal injuries on Malapa Hominins 1 and 2. Sci. Rep. 5, 15120

Fracturas en MH1. Foto: L’Abbé, E. N. et al. Evidence of fatal skeletal injuries on Malapa Hominins 1 and 2. Sci. Rep. 5, 15120

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