Comenzamos julio repasando una selección de novedades del segundo trimestre del año, con enlaces a los estudios en que se basan. Echando un vistazo a estas series trimestrales de recopilaciones de noticias, realmente ningún trimestre decepciona…

El poblamiento de América

• Se refuerza la hipótesis del primer poblamiento de América del Norte a través de una ruta costera del Pacífico, frente a la alternativa por una ruta interior del oeste de Canadá. Así lo indica un conjunto de puntas de arpón estriadas procedentes de Alaska y Canadá, que guarda relación con la tecnología Clovis que venía utilizándose en la zona media de América del Norte. Los fabricantes de esas herramientas hace 12.000 años no estaban migrando hacia el sur, sino que procedían de pueblos ancestrales del sur y se movían hacia el norte [+info]. La hipótesis del poblamiento por la ruta costera toma cada vez más fuerza de acuerdo a los análisis genéticos y al hallazgo de yacimientos en Canadá anteriores a la creación del corredor interior libre de hielo. Los patrones migratorios hace 12-14 ka eran por tanto más complejos que un simple movimiento constante hacia el sur.

• Un modelo matemático establece entre 239 y 300 individuos el tamaño de la población siberiana fundacional de los actuales nativos americanos hace unos 15.000 años, según la deriva genética estudiada a partir del ADN de 35 individuos de diferentes zonas de América, Siberia y China [+info].

El apasionante sureste asiático

• Comenzamos en la isla de Sulawesi, Indonesia. Se han encontrado útiles líticos en el sitio Leang Burung 2 datados en 50 ka [+info]. Recuerdo otros hallazgos importantes en esta isla: las herramientas de Talepu, al suroeste, publicadas en 2016 [+info] de 85-120 ka (y algunas en niveles de más de 200 ka), y las pinturas rupestres halladas en Leang Timpuseng al sur [+info], de antigüedad 35,4 y 39 ka (contemporáneas a las más antiguas de la cueva El Castillo, España).

• Por tanto, algunas especies humanas fueron logrando poblar Indonesia en sucesivas etapas a lo largo de miles de años y desde muy antiguo. De qué especie derivó Homo floresiensis es una cuestión tal vez más abierta que nunca. No olvidemos los fósiles humanos publicados en 2016 procedentes del sitio de Mata Menge en Flores, con una antigüedad de 700 ka y correspondientes a humanos de un tamaño incluso inferior al de Homo floresiensis [+info].

• Otro gran hallazgo ha sido la evidencia de presencia humana en Kalinga, al norte de Luzón, la mayor de las islas de Filipinas [+info], con una formidable datación de entre 631-777 ka [+info]. Consiste en 400 huesos de rinoceronte (13 con marcas de corte) y 57 herramientas líticas, que hace palidecer el hito anterior (67 ka) de presencia humana antigua que se conocía en aquellas islas.

• De nuevo en Indonesia, se ha encontrado una adaptación evolutiva del bazo en los miembros de la tribu Bajau, que les permite bucear durante largo tiempo a 70 metros de profundidad [+info]. Conocidos como «nómadas del mar», sus miembros están presentes en distintas islas. Su estilo de vida como cazadores-recolectores marinos a lo largo de cientos de generaciones, les permite bucear a gran profundidad y durante muchos minutos, y esto se ha relacionado genéticamente con un tamaño mayor del bazo, un 50% mayor que otros nativos como los Saluan. Los Bajau tienen una variación en el gen PDE10A que no tienen los Saluan, y está relacionada con los niveles de la hormona tiroidea T4, la cual a su vez tiene relación con la regulación del tamaño del bazo.

Nuevos estudios sobre «viejos» fósiles

• Un estudio relaciona el menor tamaño del cerebelo en los neandertales, con una diferencia en el desarrollo de capacidades cognitivas, sociales y de procesamiento del lenguaje con respecto al cerebelo sapiens, diferencia que pudo ser crítica como uno los factores que motivaron la extinción de aquella especie [+info]. Sin embargo, otros paleoneurólogos advierten sobre algunas carencias del modelo construido para el estudio, o bien consideran que el cerebelo no es tan decisivo como para obtener conclusiones sobre las habilidades cognitivas.

• La pelvis de Ardi (Ardipithecus ramidus) aporta más datos sobre tipo de locomoción que tuvo aquel ser, una de las evidencias más antiguas de bipedación entre los homininos. Ardi caminaba erguido y su modo de bipedación era moderno pero sin perder la capacidad de trepa, con unas caderas poderosas que le permitían mantener una cierta vida arbórea [+info]. La pelvis de Ardi es más alargada que la de los humanos modernos, lo cual se había interpretado hasta ahora como asociada a un caminar lento y con las rodillas y caderas flexionadas.

• El estudio de la anatomía craneal de Homo naledi tiene como principal conclusión que, a pesar de su pequeño volumen craneal comparable al de Australopithecus, algunos rasgos de su estructura son innovaciones comunes con otras especies de Homo, lo que viene a reforzar la hipótesis sobre posibles capacidades cognitivas de Homo naledi [+info].

• La comparativa entre los dientes de los yacimientos de Arago y de Sima de los Huesos (Atapuerca) indica que, a pesar de su relativa cercanía y de ser contemporáneos, los grupos humanos que los representan parecen pertenecer a genealogías distintas [+info].

• StW 578 es un fósil compuesto por distintos fragmentos de cráneo procedente de la cueva sudafricana de Jacovec. Aunque fue descrito en 1995, ahora se ha reevaluado mediante las últimas técnicas de escaneado en alta resolución. Este análisis compara su estructura interna con la de otros especímenes de Australopithecus africanus y Paranthropus robustus, resultando mayor afinidad con los australopitecos, teniendo paredes del cráneo gruesas y esponjosas, mientras que las de los parántropos eran más finas y compactas [+info]. Otro dato interesante es la antigüedad de los sedimentos donde se encontró StW 578 es de 4 millones de años, y por tanto constituiría el ejemplar de australopitecino más antiguo que se conoce en los sistemas kársticos de Sudáfrica.

Y dos reflexiones para terminar

• La falange de un humano moderno presente en la península de Arabia hace 85 ka (yacimiento Al Wusta), posiblemente sea una de las noticias que más recordemos de este trimestre. Una evidencia más del posible paso de Homo sapiens por el estrecho de Bab el-Mandeb en adición a los tradicionales sitios que muestran el paso por el Corredor Levantino [+info]. De hecho, aún tenemos muy reciente la mandíbula encontrada en Misliya (Monte Carmelo), datada en 160 ka. Nuestro conocimiento sobre la antigüedad y las rutas de la expansión de Homo sapiens hacia Asia está cambiando radicalmente en los últimos años y, con total seguridad, seguirá cambiando.

• Que el tamaño de la megafauna del planeta está disminuyendo es una evidencia. Pero además se viene produciendo desde hace más de 125.000 años, con una clara relación entre la actividad antrópica y la extinción selectiva según tamaño y la homogeneización de los ecosistemas [+info].

Artículo relacionado: Paleoantropología: Novedades 1er trimestre 2018 [acceso]