Singularidad dentro del linaje sapiens: una divergencia profunda en el sur de África

Singularidad dentro del linaje sapiens: una divergencia profunda en el sur de África

El reciente estudio de Jakobsson y colaboradores sobre 28 genomas antiguos de individuos procedentes de distintas regiones del sur de África, permite observar una historia poblacional que permaneció sorprendentemente estable durante el Holoceno. La muestra abarca casi nueve milenios (entre hace ~10 ka y ~1 ka), a través de los cuales existe una continuidad genética temporal, muy baja estratificación espacial, pero también diversidad interna.

Las divergencias poblacionales promedio entre individuos que representan a este grupo meridional antiguo con cualquier otro grupo (africanos occidentales, orientales, centrales, septentrionales y no africanos antiguos y modernos) se estiman en alrededor de 310-240 ka. Además, la afinidad genética entre estos meridionales antiguos y los africanos orientales (antiguos y actuales) es similar a su afinidad genética con los occidentales (antiguos y actuales). Esto hace poco probable un flujo genético detectable de cualquiera de estos grupos desde alrededor de 150-200 ka, periodo en que suele identificarse la divergencia entre los africanos occidentales y orientales.

Por tanto, los cazadores-recolectores de África meridional, especialmente los anteriores a 1,4 ka, habrían permanecido con un significativo aislamiento genético durante al menos 200 ka. Esto implica que aquella región habría sido refugio geográfico duradero para una gran población humana hasta la llegada, hace unos 2 ka, de agricultores y pastores neolíticos procedentes del norte, documentados tanto genética como arqueológicamente, junto con grupos occidentales y, más tarde, poblaciones con ascendencia europea. Este linaje meridional es uno de los más divergentes conocidos dentro de nuestra especie, incluyendo los grupos Khoe-San actuales.

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Sacamos del cajón a Australopithecus deyiremeda: dos australopitecos en el mismo paisaje

Sacamos del cajón a Australopithecus deyiremeda: dos australopitecos en el mismo paisaje

Australopithecus deyiremeda es un taxón estrechamente relacionado con Australopithecus afarensis, la especie de Lucy, con la que coexistió en África oriental entre hace 3,59 y 3,33 Ma. Se definió a partir de un maxilar con dientes (holotipo), y dos mandíbulas y un fragmento de maxilar (paratipos) hallados en el sistema de yacimientos de Burtele, en el área de investigación de Woranso-Mille, Etiopía (Haile-Selassie, Gibert, Melillo et al., 2015). Deyiremeda (day-ihreme-dah) significa «pariente cercano» en la lengua del pueblo Afar.

Lo que distingue fundamentalmente a Au. deyiremeda de Au. afarensis es el mayor grosor mandibular en relación con su corta longitud, la estructura y esmalte grueso de la dentición, y el origen más anterior de los pómulos. También se distingue de Au. garhi (especie que aparece 1 Ma después en la misma región) por tener una cara menos sobresaliente que esta última. Para completar la complejidad, a estos taxones se une Kenyanthropus platyops, también datado en torno a 3,5 Ma, distinguible de los australopitecos sobre todo por su cara más plana, su mandíbula más grácil y una dentición relativamente más pequeña y estrecha.

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Acelerón evolutivo: la sorprendente reorganización de la cabeza humana

Acelerón evolutivo: la sorprendente reorganización de la cabeza humana

Todos conocemos los principales rasgos craneales que nos separan de los grandes simios: una cara corta y plana y un cráneo globular. Combinando modelos tridimensionales de cráneos y métodos comparativos filogenéticos, Gómez-Robles y colaboradores han analizado la velocidad a la que distintas regiones del rostro y del neurocráneo cambiaron a lo largo del tiempo en distintos linajes de primates. El análisis abarca 1475 puntos anatómicos y datos filogenéticos de cráneos de 7 especies de homínidos (humanos, chimpancés, bonobos, gorilas y orangutanes) y 9 especies de hilobátidos (gibones).

El principal resultado es que el linaje humano duplicó la tasa esperada de cambio morfológico, y esto sucedió en la mayoría de los rasgos craneofaciales, separándose claramente de otros grandes simios y mostrando una selección direccional. Las tasas de cambio o tasas evolutivas han sido modelizadas como un “exceso de cambio” respecto a una expectativa neutral simulada que correspondería a la ausencia de selección direccional fuerte y una lenta acumulación por deriva genética. En otras palabras, se trata de una medida del cambio morfológico acumulado más allá de lo esperable si solo actuara la deriva. Esta combinación de caracteres podría responder a presiones selectivas relacionadas con la inteligencia, la cooperación y la complejidad social.

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El mosaico denisovano: hibridaciones, ancestros superarcaicos y ecos en los humanos actuales

El mosaico denisovano: hibridaciones, ancestros superarcaicos y ecos en los humanos actuales

Nota: Este artículo se basa en dos preprints pendientes de revisión por pares. Se actualizará con las versiones que sean publicadas.

Un trabajo de Peyrégne y colaboradores presenta el genoma de alta cobertura obtenido a partir del esmalte del molar Denisova 25, procedente de la cueva de Denisova (Altái, Siberia). El diente perteneció a un individuo masculino adulto de entre 20 y 35 años, que vivió hace unos 200 ka (miles de años) según las dataciones por luminiscencia del sedimento (OSL). El genoma, extraordinariamente conservado, aporta obtener perspectivas muy interesantes sobre la diversidad genética de las poblaciones denisovanas y su interacción con otros linajes humanos.

Los análisis de homocigosidad (Runs of Homozygosity, ROH) indican que el grupo al que pertenecía D25 era muy reducido, de unos 50–60 individuos, comparable al de poblaciones paleolíticas extremadamente aisladas. Su población habría divergido de la que dio origen a Denisova 3 hace en torno a 215–230 ka.

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Reconstruyendo la diversidad genética prehistórica del suroeste de China

Reconstruyendo la diversidad genética prehistórica del suroeste de China

Las poblaciones de humanos modernos en el este y sudeste asiático se diversificaron hace menos de 40 ka (miles de años) y presentan ascendencias basales que, en gran medida, fueron reemplazadas por un único linaje, que se diversificó en las ascendencias de la mayoría de los asiáticos actuales. Sin embargo, la diversidad genética observada en muchas poblaciones del suroeste de China no había sido caracterizada en detalle hasta ahora.

Wang y colaboradores han abordado el estudio sobre la provincia de Yunnan, en la intersección de la meseta tibetana, el sudeste asiático y el sur de China, que alberga la mayor diversidad étnica y lingüística de la China actual. Para explicarla, los autores han analizado los datos genómicos de 127 humanos de Yunnan fechados entre hace 7,1 y 1,4 ka (miles de años), obteniendo los siguientes resultados:

1) Un individuo de 7,1 ka del yacimiento de Xingyi, en el centro de Yunnan, revela una ascendencia basal no documentada previamente, profundamente divergente de las ascendencias del este asiático y que persistió a nivel genético en el sur de Asia oriental desde hace al menos 40 ka hasta mediados del Holoceno.

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