Aunque no se escribe mucho sobre ello, el registro fósil hominino tiene 3 importantes ausencias. Se trata de especímenes icónicos por distintos motivos, aunque entre ellos no tienen absolutamente nada en común salvo una cosa: se han perdido…
Shanidar-1
Descubierto en 1957 en la cueva de Shanidar, en la actual Iraq. Se trata de un esqueleto parcial de neandertal datado entre 60-35 Ka. Este individuo sufrió numerosos daños a lo largo de su vida:
- Un golpe en la cabeza durante su juventud probablemente le provocó la ceguera en el ojo izquierdo.
- La debilidad de su brazo y pierna derechas sugieren que pudo sufrir parálisis en la mitad derecha de su cuerpo, probablemente por aquel mismo golpe que también le dañó el cerebro.
- También se fracturó el pie pero, al igual que se ve en el resto de daños, todos sus huesos tuvieron tiempo para cicatrizar totalmente antes de su muerte.
- Murió a una edad relativamente avanzada para los neandertales, con unos 40 años. Esto sugiere que durante muchos años de su vida fue cuidado y ayudado por su grupo.
Las características de los individuos de la cueva de Shanidar nos dan muchas evidencias del uso de enterramientos rituales por Homo neanderthalensis. Tras la invasión de Irak en 2003 se perdió el rastro de casi todos los fósiles de Shanidar. Algunos aparecieron en 2006, y el esqueleto casi completo Shanidar-3 se expone en Washington, pero Shanidar-1 permanece desaparecido desde entonces.

Shanidar 1 (I) Cráneo. (D) Húmero derecho debilitado y húmero izquierdo robusto. Crédito foto: Chip Clark, Smithsonian Institution
