La cueva Denisova, localizada en las montañas Altai, fue descubierta en el siglo XVIII y sus restos arqueológicos comenzaron a llamar la atención a partir de los años 1970s. Este lugar siberiano se ha hecho indudablemente célebre en el estudio de la evolución humana porque allí vivieron de forma intermitente tres grupos humanos: denisovanos, neandertales y humanos modernos. De los denisovanos solo conocemos unos pocos restos muy humildes pero que han conservado material genético, suficiente para permitir la identificación de este grupo tal vez como nueva especie humana (pendiente de definición), diferente a las otras dos especies con las que se encontró (y se hibridó).
Pero la cueva también se ha hecho famosa por la riqueza de sus hallazgos paleontológicos (al menos 66 especies de mamíferos y 50 de aves encontradas allí) y de su registro arqueológico, que está compuesto por los siguientes estratos:
- Los niveles más antiguos (21 y 22) contienen artefactos de técnica Levallois, destacando rascadores y denticulados, que reflejan las etapas iniciales del Paleolítico medio.
- Los niveles 12 al 20 recogen útiles de muy distintos tipos característicos del desarrollo de la industria del Paleolítico medio en la región.
- El nivel 11 se ha atribuido al Paleolítico superior inicial. Su datación es difícil y estaría delimitada entre los 30 ka (borde próximo al nivel superior 10) y los 50 ka (borde del nivel inferior 12). Suele estimarse una edad entre 40-45 ka para los materiales de este nivel. Además del trabajo en piedra, también contiene útiles y objetos de adorno hechos en marfil y hueso, como veremos a continuación.
- Del nivel 9 proceden sobre todo artefactos tipo cuchillos del Paleolítico superior, así como herramientas compuestas con microlitos.
- Finalmente, los niveles 0 al 8 abarcan distintas etapas del Holoceno, desde las edades de los metales hasta la Edad Media.
La profusión de artefactos en el registro de Denisova, abarcando un amplísimo rango temporal, otorga a esta cueva una gran importancia para comprender la evolución cultural durante el Paleolítico en el norte y el centro de Asia. Pero, además, la impresionante colección de objetos del nivel 11 (casi medio centenar de objetos publicados, hechos de marfil de mamut, dientes de otros animales hervíboros y carnívoros, cáscara de huevo, huesos alargados, concha de molusco, piedras singulares…) permiten caracterizar aspectos de la vida social y cultural del Paleolítico superior inicial. Algunos de estos «tesoros» se describen a continuación:
Figurita zoomorfa («león»)
Mide 42x8x11 mm. Fabricada en marfil traído posiblemente desde una larga distancia. Por su similitud con otras figuritas del Auriñaciense en Alemania (35-40 ka), se ha interpretado como un fragmento de león cavernario (Panthera spelaea) que conserva sus patas traseras, pero no las delanteras, ni la cabeza. En ambos lados del cuerpo tiene numerosas líneas grabadas en grupos de cuatro, que podría ser el pelaje, y toda la pieza está pulida. Las patas están dobladas con una postura que sugiere que el animal está corriendo, saltando o preparándose para saltar. El vientre tiene restos de ocre.
«Lápiz» de hematita y piedra de mármol con restos de ocre
Una lasca de hematita que se emplearía para grabar marcas de color marrón rojizo a modo de «lápiz», y un guijarro de mármol con presencia de restos de ocre, que podrían estar asociados con el zoomorfo descrito anteriormente.

(Arriba, izquierda) Cave lion from the Denisova Cave & (Abajo) Coloured ‘pencil’ and marble pebble with traces of ocher. Credit: SB RAS Institute of Archeology and Ethnography. (Arriba, derecha) Cave lion and hybrid “lion-man” representations from the Swabian Aurignacian. 1, 2, 4, 5: Vogelherd, 3: Hohle Fels, 6: Geissenklösterle, 7: Hohlenstein-Stadel. Unscaled. Credit: J. Lipták and H. Jensen (University of Tübingen), Y. Mühleis (Landesamt für Denkmahlpflege BadenWürttemberg, Regierungspräsidium Stuttgart), University of Tübingen and Museum Ulm. Courtesy of Kurt Wehrberger.