Denisovanos en la meseta tibetana durante más de 100.000 años

Denisovanos en la meseta tibetana durante más de 100.000 años

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Además de la cueva Denisova en Rusia, otros dos yacimientos han permitido identificar una posible presencia denisovana a través de estudios genéticos y proteómicos: la cueva Tam Ngu Hao 2 en Laos y la cueva Karst Baishiya (BKC), en la meseta tibetana, a 3280 metros de altitud, en el condado de Xiahe. En 2019 conocimos una mandíbula (Xiahe 1) procedente de BKC, uno de los fósiles denisovanos más antiguos conocidos. Un año después, en 2020, también se publicó el hallazgo de ADN mitocondrial denisovano en el sedimento de BKC, testigo de la presencia de este grupo humano en al menos tres momentos distintos: hace 160 ka, 100 ka (capa 7) y 60 ka (capa 4), y posiblemente tan tarde como hace 45 ka (final de la capa 4).

Ahora, combinando identificaciones morfológicas y zooarqueología por espectrometría de masas (ZooMS), se han podido identificar taxonómicamente 2005 de los 2567 especímenes de fauna recuperados en las recientes excavaciones en BKC. Entre ellos destaca un nuevo fósil humano, una costilla (Xiahe 2, ver figura 1). Atendiendo al análisis proteómico del colágeno, este hueso posiblemente perteneció a un individuo denisovano. El resto de huesos son principalmente de bóvidos (por ejemplo, caprinos, yaks salvajes y gacelas tibetanas) y équidos, junto con carnívoros, pequeños mamíferos y aves.

Fig. 1. Xiahe 2, una costilla humana posiblemente denisovana. Crédito: Xia, H., Zhang, D., Wang, J. et al. (2024)

El nuevo denisovano procede de la capa 3, fechada en 48-32 ka. Recordemos que la datación de la mandíbula Xiahe 1 por series de uranio arrojaba unos 160 ka. Esta mandíbula procedería de las capas 10, 11 o inferior, aunque no puede determinarse con seguridad porque la recuperó un monje budista en 1980 cuando se retiró a meditar en la cueva. El rango de antigüedades observado con presencia humana indica que ese lugar podría haber estado habitado en distintos momentos por grupos denisovanos a lo largo de milenios. Los autores consideran razonable suponer que los denisovanos ocuparon BKC al menos desde alrededor de 167 ka (edad promedio de la capa 10) hasta alrededor de 40 ka (edad promedio de la capa 3), y posiblemente desde hace más de 224 ka (edad máxima de la capa 10) hasta hace 32 ka (edad mínima de la capa 3). Sigue leyendo

Por fin, la mandíbula de un denisovano

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Hasta 2019, los únicos restos que teníamos de los denisovanos eran 5 fósiles procedentes de la cueva de Denisova (Siberia, Rusia): 3 dientes, 1 falange de dedo y 1 fragmento de parietal. En este post incluí un inventario de cuáles son. Entonces, se publicó en Nature una mandíbula de 160.000 años de antigüedad perteneciente a esa especie y hallada en la cueva Baishiya en Xiahe (China) a 3280 metros de altitud.

  • Si bien no se han encontrado rastros de ADN preservados en el fósil, sí se ha logrado extraer proteínas de uno de los molares. Su análisis concluye que el individuo perteneció a una población estrechamente vinculada a los denisovanos de Siberia.
  • Esta población humana ocupó la meseta tibetana en el Pleistoceno Medio y se adaptó a su ambiente, escaso en oxígeno, mucho antes de que Homo sapiens llegara a la región. La mandíbula de Xiahe representa por ahora el hominino mas antiguo en la meseta tibetana, muy anterior a la presencia humana en Nwya Devu datada en 30-40 ka.
  • La morfología mandibular en general es primitiva, corta y muy robusta, y se aproxima a la de los especímenes de Homo erectus, pero la forma menos alargada de la arcada dental se parece más a la de los primeros neandertales y Homo sapiens del Pleistoceno Medio. Los dientes son similares a los denisovanos de las montañas Altai, y su morfología encaja con la variabilidad del Pleistoceno Medio.
  • La mandíbula se conserva muy bien. Está datada en 160.000 años mediante series de uranio, una antigüedad comparable a la de Denisova-2, el espécimen más antiguo de Altai.
  • El fósil fue encontrado por un monje local en 1980, quien lo donó al sexto Buda Viviente, Gung-Thang, y este a su vez lo cedió a la Universidad de Lanzhou. Desde 2010, Fahu Chen (Instituto de Investigación de la Meseta Tibetana) y Dongju Zhang (Universidad de Lanzhou) han estado estudiando el lugar de la cueva donde se halló la mandíbula. Y en 2016 empezaron a colaborar con Jean Jacques Hublin y el Departamento de Evolución Humana del Instituto Max Planck. ¡Felicidades al equipo!

Finalmente, quiero recordar en este punto el estudio de Huerta Sánchez E. et al 2014 relacionado con el gen EPAS1, asociado con la concentración de hemoglobina en sangre (ciertas variantes protegen de la hipoxia a los habitantes de las grandes alturas). En aquel estudio se halló que el gen EPAS1 en los tibetanos posee una constitución solo observada en el genoma de los denisovanos y no en otras poblaciones del mundo, a excepción de individuos de poblaciones de chinos Han del sur y un único individuo de la etnia Han de Pekín.

Agradecimiento: a Jean-Jacques Hublin, por la información aportada para este artículo.

Referencia: Chen F. et al (2019). A late Middle Pleistocene Denisovan mandible from the Tibetan Plateau.

More information: ¿Quiénes son los denisovanos? | Nutcracker Man

Xiahe Denisovan mandible

The Xiahe mandible (a, b, d, e, views after digital removal of the adhering carbonate matrix). Credit: Chen F. et al (2019). A late Middle Pleistocene Denisovan mandible from the Tibetan Plateau

Finally, the mandible of a Denisovan!

Until 2019, the only remains we had of the Denisovans were 5 fossils from the Denisova cave (Siberia, Russia): 3 teeth, 1 finger phalanx and 1 parietal fragment. In this post I wrote about them. By then, a 160,000-year-old mandible belonging to this species was published. It was found in the Baishiya Karst cave in Xiahe (China) at 3280 meters of altitude.

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