¿Seguro que carnívoros? Sobre la dieta neandertal

¿Seguro que carnívoros? Sobre la dieta neandertal

¿Qué comían los neandertales? En pocas palabras: podemos entender que consumían alimentos variados, pero también dependía del sitio. Veamos varios ejemplos:

Carne

  • En múltiples yacimientos de toda Eurasia se han identificado restos de ungulados medianos y grandes (ciervo, caballo, cabra, uro), como el alimento más común en la dieta neandertal.
  • Pero también comían animales mayores: en Neumark-Nord (Alemania) se han hallado más de 3000 huesos, colmillos y dientes de al menos 57 elefántidos de la especie Palaeoloxodon antiquus, el mamífero terrestre de mayor tamaño en el Pleistoceno (entre 6 y 13 t de peso, hasta 4 m de altura). Este estudio muestra que los neandertales eran capaces de organizarse en grandes grupos para cazar y para procesar el animal (entre 3-5 días de trabajo con 25 individuos involucrados), y preveían la necesidad de almacenar alimento. Otro ejemplo de elefante consumido es el de Preresa (España): un Elephas antiquus asociado a las herramientas de sílex y cuarcita que usaron para procesarlo.
  • Los neandertales de Spy (Bélgica) tenían una dieta muy basada en la carne de la fauna propia de su entorno: rinoceronte lanudo, cabra… Pero hasta un 20% de su fuente de proteínas provenía de hongos y plantas.
  • Hay muy pocas evidencias de consumo de pequeños carnívoros por parte de los neandertales. En Abric Romaní (España) se ha observado el consumo de gato salvaje (Felis silvestris), aparte de otros animales mencionados anteriormente (ciervo, uro y caballo).
  • En Gabasa (España) un diente neandertal muestra un alto consumo de carne y también de tuétano. Los neandertales allí eran un «carnívoro extremo, más que lobos, linces y zorros», opinaron los investigadores.
  • En distintos yacimientos de Europa también se ha visto que consumían chovas (Pyrrhocorax), una especie de aves de plumaje negro y de tamaño similar al de las palomas, que capturarían de noche en las cuevas.

Recursos marinos

  • En la cueva de Figueira Brava (Portugal) comían moluscos (lapas, mejillones y almejas), crustáceos (cangrejo marrón y cangrejo araña), peces (tiburón, anguila, besugo, salmonete), aves (ánade real, negrón común, ganso, cormorán, alcatraz, frailecillo común, garceta, somormujo) y mamíferos acuáticos (delfín, focas). Destaca el consumo de cangrejo marrón, con la presencia en el yacimiento de al menos 33 ejemplares, cada uno de los cuales tendría un caparazón de unos 16 cm y 200 g de carne. Los recursos marinos suponían aproximadamente el 50% de la dieta neandertal en este lugar, siendo el resto proveniente de animales terrestres, como ciervos, cabras, caballos, uros y tortugas.
  • Se ha documentado el consumo de marisco en al menos otros 24 sitios europeos en Grecia, Italia, España, Portugal, Gibraltar, etc.

Plantas y legumbres

  • Las partículas del sarro del grupo neandertal de El Sidrón (España) muestran restos de vegetales y plantas medicinales. Se ha detectado una alta presencia de piñones, musgo y setas provenientes de su entorno boscoso. La ausencia de carne en el sarro se interpreta como un consumo mucho menos frecuente que en otros sitios más al norte de Europa.
  • También hay una notable proporción de vegetales de diversas especies en el sarro de dientes neandertales de Vindija (Croacia), Grotta Guattari (Italia), Grotta Fossellone (Italia), Sima de las Palomas del Cabezo Gordo (España) y Kalamakia (Grecia), incluyendo plantas amiláceas.
  • En los dientes de Shanidar (Iraq) y Spy (Bélgica) se han encontrado restos de palmeras datileras, leguminosas y semillas de gramíneas.
  • En particular, los neandertales de Shanidar (Iraq) tuvieron una dieta compleja y diversa, en la que los vegetales desempeñaban un papel importante, incluyendo algunos que posiblemente se usaban para influir en el sabor. Por ejemplo, los frutos secos y las hierbas silvestres se combinaban a menudo con legumbres, como las lentejas, y con mostaza silvestre. Las legumbres tienen un sabor naturalmente amargo debido a los taninos y alcaloides de la cubierta de sus semillas, así que, mediante técnicas de preparación como el remojo y la lixiviación, seguidas del machacado o la molienda gruesa, eliminaban gran parte del sabor amargo.
  • De vuelta a la cueva de Figueira Brava, también consumían allí plantas y frutas variadas incluidas las piñas, que se cogían de los pinos y con la ayuda de fuego podían abrirse.
  • En El Salt (España), se usaron por primera vez biomarcadores fecales para estudiar la dieta neandertal, detectando así compuestos relacionados tanto con una dieta carnívora (coprostanol) como con una dieta herbívora (5β-estigmastanol y otros fitoesteroles).

Por tanto, aunque eran predominantemente cazadores, se observa que la explotación de las plantas era una estrategia de subsistencia neandertal muy extendida y arraigada. La dieta de los neandertales difería poco en el tiempo y el espacio, tanto en la explotación de alimentos vegetales como animales, y era menos variada que la de los humanos modernos (R. Power et al, 2018). Incluso en el extremo más oriental con presencia neandertal, las montañas de Altai en Siberia, observamos una dieta basada en ungulados de tamaño medio y grande (bisonte, caballo) y en plantas variadas, similar a la de otros sitios europeos (D. C. Salazar-García et al, 2021). Por tanto, el consumo de vegetales parece una característica de un nicho dietético extendido y estable.

Leer másComiendo elefantes por Madrid en el Pleistoceno medio | Nutcracker Man

Foto de cabecera. Crédito: Tom Björklund

Marcas de corte sobre esqueletos de Palaeoloxodon antiquus de Neumark-Nord. Crédito: S. Gaudzinski-Windheuser et al (2023)

El primer olduvayense y los primeros parántropos en el mismo sitio

El primer olduvayense y los primeros parántropos en el mismo sitio

«Aunque es posible que tanto Zinjanthropus como Homo habilis hicieran herramientas de piedra, es probable que el último fuera el fabricante de herramientas más avanzado, y que Zinjanthropus represente un intruso o una víctima en el lugar de vida de Homo habilis». Los Leakey y sus colegas ya iniciaron en los años 60 el debate sobre si Paranthropus fabricó o no útiles líticos, cuando por entonces hallaron en la Garganta de Olduvai un conjunto de fósiles humanos de 1,75 Ma (millones de años) de antigüedad: una mandíbula casi completa con muchos dientes, un cráneo, restos poscraneales y un pie izquierdo. Para ellos, Louis Leakey, Phillip Tobias y John Napier definieron en 1964 la nueva especie Homo habilis. Solo un par de años antes de los habilinos, en el mismo sitio habían encontrado al Nutcracker Man, el Paranthropus boisei denominado inicialmente Zinjanthropus. Pero Homo habilis era algo distinto: los dientes y la mandíbula le hacían más parecido a Homo erectus que a Australopithecus africanus (única especie de australopitecinos conocida por entonces), y su tamaño cerebral estaba por encima del rango observado en los australopitecos. Con esto, los autores venían a establecer un umbral mínimo de 600 cc para la capacidad craneal de los homininos capaces de hacer herramientas, en claro crecimiento con respecto a la de los australopitecinos (387-550 cc) y a la de Zinj (510 cc). Desde entonces, se viene considerando a Homo habilis como los fabricantes hábiles de herramientas, mientras que Nutcracker Man, con menos cerebro, pasaba a ser otro animal de aquel paleopaisaje sin tal capacidad.

60 años después, el debate resurge. Los trabajos en el sitio de Nyayanga, junto al lago Victoria (Kenia) han descubierto un sorprendente conjunto de materiales en el nivel NY-1:

  • 1776 restos de fauna, entre los cuales destacan tres esqueletos parciales de hipopótamo con marcas de corte en dos de ellos, así como en otros huesos de antílopes.
  • 330 artefactos líticos de talla olduvayense.
  • 2 molares característicos de la megadontia de Paranthropus.

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¿Trofeos de caza neandertales en Cueva Des-Cubierta?

¿Trofeos de caza neandertales en Cueva Des-Cubierta?

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Se ha publicado el hallazgo y la interpretación del material arqueológico del nivel 3 de la Cueva Des-Cubierta (Madrid), acumulados en un depósito de dos metros de profundidad hace entre 43 y 70 ka (miles de años), cuando los neandertales eran la única especie humana que habitaba la zona. En este conjunto destaca una asombrosa acumulación de 35 cráneos de megafauna (bisonte, uro, ciervo, rinoceronte). ¿Qué ocurrió para que semejante conjunto terminara allí?

Comencemos por resaltar la singularidad del lugar. A 1100 m en el centro de la península ibérica, se trata de una ocupación humana inusual, la de unos «neandertales de montaña» que aprovechaban la riqueza de recursos que le ofrecía el valle, y la localización de las cuevas y abrigos privilegiada para el control de la zona, de sus bosques frondosos y zonas despejadas o calveros. En realidad, hay al menos cuatro sitios con presencia neandertal, uno de ellos de hace 90 ka. Compartían o alternaban el uso del espacio con otros depredadores y carroñeros, y competían por alimentarse de los grandes herbívoros que habitaban el valle, siguiendo a los grandes rebaños, remontando el cauce del actual río Lozoya. Eran muy selectivos en los animales que consumían, y dejaron restos de los útiles musterienses que fabricaban para procesarlos a partir del cuarzo de la zona principalmente, aunque también se desplazaban a zonas próximas buscando sílex.

La Cueva Des-Cubierta se descubrió en 2009. Hasta ahora, el hallazgo más destacado había sido una mandíbula con seis dientes de un neandertal infantil de unos 3-5 años de edad en el nivel 2, apodado la “Niña de Lozoya” (aunque no se tiene certeza del sexo del individuo). Del nivel 2 también proceden 734 restos líticos musterienses. La elevada cantidad de cuernas, cráneos y pequeñas hogueras próximas a los restos humanos habían sugerido algún tipo de ritual o un enterramiento, aunque el contexto no lo había podido confirmar. En los últimos años, la continuación de la excavación y del estudio del lugar y sus dataciones ha permitido afinar más lo que pudo ocurrir allí.

Restos de neandertal infantil de 3-5 años de Cueva Des-Cubierta

Restos de neandertal infantil de 3-5 años de Cueva Des-Cubierta, Pinilla del Valle. Crédito: Roberto Sáez

Con ello, ahora se ha presentado el conjunto de materiales del nivel 3, que abarca 2 metros y 27 m2, y recoge el conjunto de restos faunísticos de grandes ungulados (bisonte y uro y, en menor cantidad, ciervo, rinoceronte y caballo). Entre los 2265 restos de fauna destacan 35 cráneos, todos con apéndices (cuernos óseos, astas, cuernos queratinosos), y algunos correspondientes a animales de tonelada y media de peso.  ¿Cómo acabaron allí? Veamos varios datos para construir una posible narrativa: Sigue leyendo

Uso de piel de oso para protección hace 300.000 años

Uso de piel de oso para protección hace 300.000 años

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Aunque no la incluí en la recopilación de noticias del último trimestre de 2022, no quería dejar de destacar la publicación de dos huesos de un oso de las cavernas procedentes del sitio alemán de Schöningen 12, con una antigüedad estimada de 320 ka (miles de años). Estos huesos tienen finas marcas de corte que sugieren el empleo de la piel del oso por los homininos que habitaban aquella región (¿Homo heidelbergensis? ¿preneandertales?), la cual les proporcionaría un gran aislamiento frente al frío, facilitando su adaptación a los duros inviernos de Centroeuropa.

Schöningen es un yacimiento bien conocido por haberse descubierto en él diez lanzas y dos bastones de madera sorprendentemente conservados a pesar de su material orgánico, fácilmente degradable. De allí también proceden más de 20.000 restos de herbívoros que sirvieron de alimento para los humanos, y algunos posiblemente también para el empleo de su piel.

Las marcas de corte en huesos de fauna suelen estar asociados a la explotación del animal para consumir su carne, aunque en este caso, al tratarse de una falange y un metatarso, son huesos de las extremidades del oso que apenas tienen carne, de lo cual se infiere otro uso más probable como la extracción de la piel. Además, indicaría que los humanos cazaron y accedieron de forma primaria al animal, ya que la piel del oso se extrae mejor recién muerto.

Son raras las evidencias de aprovechamiento de la piel del oso en otros sitios del Paleolítico inferior. Destacan Isernia La Pineta (Italia, ~600 ka), Boxgrove (Reino Unido, ~500 ka) y Bilzingsleben (Alemania, ~400 ka). Otros yacimientos posteriores del Paleolítico medio muestran evidencia de la explotación tanto de la piel como de la carne del oso, tales como Biache-Saint-Vaast (Francia), Taubach (Alemania), y Rio Secco y Fumane (Italia). También en otros sitios se han hallado útiles fabricados a partir de huesos de oso retocados. En el Paleolítico superior, las actividades de explotación del oso se encuentran más extendidas, particularmente en distintos yacimientos de Centroeuropa. Sigue leyendo

Paleoantropología: novedades 4º trimestre 2022

Paleoantropología: novedades 4º trimestre 2022

Hemos terminado 2022 con un último trimestre cargadito de novedades. Aquí va una selección de 31, completando un total de 101 noticias (bonito número) en el viejo año que he ido recopilando en mis resúmenes trimestrales:

  • Dos mandíbulas (MSD-VP-5/16 y MSD-VP-5/50) con dentición recuperadas en una capa de al menos 3,76 Ma (millones de años) en el sitio Woranso-Mille, muestran afinidades taxonómicas tanto con Australopithecus anamensis como con Au. afarensis. La retención de algunos rasgos similares a los Au. anamensis de Kanapoi, así como la presencia de esta especie en depósitos de 3,8 Ma en Woranso-Mille, sugieren la clasificación de estas dos mandíbulas en Au. anamensis. Las similitudes con la dentición de Au. afarensis complican esta clasificación, y reforzarían la hipótesis de la cronoespecies Au. anamensis-Au. afarensis, si no fuera por el posible solape cronológico entre ambas [+].
Mandíbulas MRD-VP-5/50 y MRD-VP-5/16 de Woranso-Mille, en comparación con otras mandíbulas australopitecinas

Mandíbulas MRD-VP-5/50 y MRD-VP-5/16 de Woranso-Mille, en comparación con otras mandíbulas australopitecinas. Crédito: Haile-Selassie et al (2022).

  • Un nuevo trabajo apoya la hipótesis que sitúa el origen de la bipedación humana en los árboles y no en el suelo. A partir de 2850 observaciones de eventos locomotores de 13 chimpancés adultos de los bosques abiertos del valle del Issa (Tanzania) durante 15 meses, el estudio concluye que pasaban tanto tiempo en los árboles como otros chimpancés que vivían en bosques densos, a pesar de su hábitat más abierto; no eran más terrestres como se habría esperado; sorprendentemente, más del 85% de los casos de bipedismo ocurrieron en los árboles; no caminaban más erguidos en la vegetación de sabana abierta, donde no pueden viajar fácilmente a través de la copa de los árboles [+].
  • A pesar de que se han definido hasta 21 especies en África entre el Mioceno final y el Pleistoceno medio, tan solo 17 esqueletos poscraneales se han podido asociar a alguna de dichas especies. Un nuevo trabajo repasa los restos poscraneales que conforman el limitado registro fósil africano en este período, como base para la asignación taxonómica de nuevos restos futuros [+].
Restos poscraneales asociados a cráneos en el Pleistoceno inferior

Restos poscraneales asociados a cráneos en el Pleistoceno inferior. Crédito: F. Grine et al (2022)

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