El origen del empleo de adhesivos (cómo no, por los neandertales)

El origen del empleo de adhesivos (cómo no, por los neandertales)

Podemos buscar el origen del empleo de sustancias adhesivas en los rastros dejados sobre la superficie de herramientas. La identificación del empleo de pegamentos en la prehistoria tiene gran importancia, ya que involucra una serie de tareas complejas llevadas a cabo durante muchas horas, si no varios días, y una necesidad de planificación. Estos recursos eran valiosos para dotar a algunas herramientas (lanzas, cuchillos, arpones) de mayor eficacia. Entre dichas sustancias se incluían la brea de abedul, la cera de abeja, la sangre animal y la resina de pino y de otras especies vegetales.

La evidencia más antigua de esto tiene unos 200 ka (miles de años), y se trata de dos lascas parcialmente cubiertas de alquitrán de corteza de abedul, halladas en la cantera de Campitello, en Bucine (centro de Italia) junto con otra lasca sin alquitrán, y los restos de una hembra adulta joven de elefante (Palaeoloxondon antiquus) y de varios micromamíferos. La microfauna y el contexto geológico sitúan su datación en el MIS 6.

¿Dé qué especie humana pudieron haber sido los autores de las herramientas de Campitello? La cronología y el lugar corresponden al linaje neandertal. Aunque ya pocos se sorprenden de que los neandertales tuvieran esta capacidad cognitiva y tecnológica, analizando el combustible, el tiempo, los materiales, las temperaturas y el rendimiento del producto, se ha observado que es posible obtener cantidades útiles de alquitrán combinando materiales y tecnologías que ya utilizaban los neandertales, sin necesidad de recipientes de materiales cerámicos ni de un control absolutamente preciso de la temperatura.

Flint flake 3 de Campitello (Italia). Crédito: P.P.A. Mazza et al. (2006).

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Paleoantropología: novedades 2º trimestre 2023

Paleoantropología: novedades 2º trimestre 2023

En este segundo trimestre del año, el ritmo de publicación de novedades en paleoantropología ha sido realmente alto. Rescato 45 de ellas para elaborar este resumen:

  • Dos nuevos trabajos paleontológicos y paleoecológicos en el este africano, analizan cómo era el hábitat donde evolucionaron los hominoideos ancestros de los primeros homininos. Aunque se suponía que su ecosistema era predominantente selvático hace más de 10 millones de años (Ma), se ha encontrado que más bien sería una sabana con zonas boscosas, un entorno más seco e irregular. Así, parece que tenemos que buscar el origen de la sabana africana mucho antes antes de lo esperado, con una abundancia de hierbas tipo C4 hace entre 21 y 16 Ma [+]. Esto reabre el debate sobre la evolución morfológica de los hominoideos y el aumento muscular de sus extremidades traseras, observada en el simio más antiguo de la región, Morotopithecus (nombre tomado del sitio Moroto II de Uganda), similar a la de los simios actuales, lo que sería una adaptación a bosques abiertos y estacionales en una transición hacia los orígenes de la locomoción bípeda [+]. 

Reconstrucción tradicional y nueva del hábitat de los hominoideos. Crédito: L. M. MacLatchy et al (2023).

  • Un estudio sobre el cúbito de 17 especímenes de homininos (Sahelanthropus, Ardipithecus, Australopithecus, Paranthropus y Homo primitivos), junto con cúbitos de Homo sapiens y de simios extinguidos, concluye que los fósiles TM 266 (asignado a Sahelanthropus tchadensis) y OH 36 (a Paranthropus boisei) se diferencian de otros homininos por encontrarse dentro del morfoespacio de la marcha con nudilleo (knucle-walking). Los autores del trabajo se cuestionan que S. tchadensis fuera un bípedo obligado; más bien podría ser un homínido del Mioceno tardío con adaptaciones para caminar con nudilleo [+].
  • Se ha logrado crear un modelo digital de la estructura muscular de la parte inferior del cuerpo del esqueleto de Lucy (Australopithecus afarensis), de 3,2 Ma, para comprobar su locomoción en vida. Para ello, se emplearon resonancias magnéticas y tomografías computarizadas de las estructuras musculares y óseas de humanos modernos para trazar las trayectorias musculares, usaron los modelos virtuales del esqueleto de Lucy para recomponer las articulaciones, reconstruyeron 36 músculos, y recrearon sus movimientos en vida. La mayoría de los músculos eran mucho más voluminosos en Lucy que en los humanos modernos. Por ejemplo, los músculos del muslo constituían el 74% de su masa, frente al 50% en los humanos modernos. Los músculos extensores de la rodilla de Lucy, y el efecto de palanca que permitirían, confirman que tenía la misma capacidad de enderezar las articulaciones de la rodilla que los humanos modernos. Una vez más, vemos que Lucy era bípeda [+].
  • Y, precisamente, los tres Australopithecus afarensis que dejaron las huellas del sitio G de Laetoli hace 3,66 Ma, eran relativamente grandes e iban un poco más rápido de lo que se había estimado anteriormente. Un gran australopiteco (160-170 cm) iba seguido a la misma velocidad por dos individuos de menor tamaño (un posible macho de 140 cm y una hembra o juvenil de 120 cm) [+].
  • Una revisión sobre la locomoción en los homininos y su evolución desde el Mioceno superior hasta el Plioceno superior, muestra la retención de ciertos rasgos en hombros y extremidades en Au. afarensis y Au. africanus (ya después de ser bípedos habituales) relacionados con actividades arbóreas que resultaban clave para alimentarse, criar y evitar depredadores. Muchos de estos rasgos persistieron hasta la aparición de Homo erectus [+].

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