Paleoantropología: novedades 3er trimestre 2022

Paleoantropología: novedades 3er trimestre 2022

Dejamos atrás el tercer trimestre de 2022, con una recopilación de 18 novedades publicadas en este periodo:

  • Basándose en una veintena de características morfológicas y biomecánicas estudiadas, Sahelanthropus tchadensis parece confirmarse como un bípedo habitual hace unos 7 millones de años (Ma) cuando caminaba sobre el suelo y también sobre las ramas de los árboles, mientras que los huesos del antebrazo indican que era cuadrúpedo para trepar a los árboles, pero de manera distinta al chimpancé y al gorila [+info].

Restos poscraneales de Sahelanthropus tchadensis: fémur TM 266-01-063, y cúbitos TM 266-01-358 y TM 266-01-050 / crédito: Guillaume Daver et al, 2022. Cráneo TM 266-01-060-1 / crédito: Roberto Sáez.

  • De acuerdo a un estudio experimental, las primeras técnicas para fabricar herramientas de piedra hace 2,6 Ma pudieron reinventarse sin necesidad de una transmisión cultural. Esta pudo haber comenzado mucho más tarde [+info].
  • La revisión de 23 dientes poscaninos de diferentes cuevas sudafricanas, atribuidos a Homo tempranos, muestra que solo 4 de ellos pueden ser atribuidos sin ambigüedad (3 de Swartkrans y 1 de Sterkfontein), mientras que otros 3 de Sterkfontein se aproximan más a Homo y el resto tienen más rasgos australopitecinos [+info].
  • Un modesto molar encontrado en el nuevo sitio de Qvemo Orozmani, a unos 20 km de Dmanisi (Georgia) constituye el resto humano más antiguo de Eurasia fuera de Dmanisi, ya que se le estima una datación de similar de 1,77-1,84 Ma a los restos de este sitio [+info].

Orozmani: molar encontrado en 2022 (foto: REUTERS/David Chkhikvishvili).

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Sahelanthropus, un bípedo hace 7 millones de años: ¿cuáles son las dudas?

Sahelanthropus, un bípedo hace 7 millones de años: ¿cuáles son las dudas?

[English version below]

Hace casi dos años, nos quedamos con la noticia de que Sahelanthropus tchadensis podría en realidad no ser bípedo y por tanto no ser un hominino (Macchiarelli et al, 2020). Tradicionalmente, en los textos sobre evolución humana se ha incluido a esta especie como el representante más antiguo conocido de los homininos (perteneciente a la filogenia humana, que se separó del linaje de los chimpancés hace unos 6-7 Ma, millones de años), principalmente por el foramen magnum (orificio donde se inserta la columna vertebral) en una posición más centrada en el cráneo que los primates cuadrúpedos (Brunet, 2002), lo que corresponde a un ser bípedo.

La bipedación es un factor clave para que una especie se considere como hominina, junto con la reducción del canino y la pérdida del complejo canino-premolar. Precisamente, la datación estimada para los fósiles de Sahelanthropus tchadensis coincide aproximadamente con esa cronología; de ahí la importancia de esta especie para entender nuestra evolución, y para estar estudiando una rama de nuestro árbol muy cercana al Último Ancestro Común de humanos y chimpancés. Tan solo otra especie se aproxima a dicha cronología, Orrorin tugenensis, cuyos restos de fémur sugieren que era un ser bípedo, pero hasta 2020 no se había publicado el fémur de Sahelanthropus, elemento esquelético fundamental para entender su tipo de locomoción. Por la obvia limitación del registro fósil del Mioceno, la dificultad de clasificar unos fósiles dentro o fuera del linaje hominino es enorme, y las dudas sobre su bipedación la empeoran.

Un fémur parcial y dos cúbitos se hallaron en 2001 en Toros-Menalla, Chad, cerca del lugar donde se recuperó el holotipo de Sahelanthropus tchadensis en el mismo año, el icónico cráneo apodado Toumaï («esperanza de vida» en dazaga, lengua local de Chad). También se encontraron algunos dientes y fragmentos mandibulares. Aunque no se puede asegurar que los restos poscraneales y el cráneo sean del mismo individuo, sí que hay un consenso alrededor de que pertenecen a la misma especie S. tchadensis. Además, las diferencias respecto al fémur de Orrorin tugenensis (BAR 1002’00) garantizan que efectivamente ambos huesos son de especies diferentes. Sin embargo, Macchiarelli y otros planteaban serias dudas respecto a que los huesos poscraneales fuera de un individuo bípedo habitual, sino más bien de un grupo derivado de Pan (chimpancés), o de una radiación adaptativa de homínidos africanos acaecida entre el Mioceno final (que termina hace 5,3 Ma) y el Plioceno inicial, con grupos extinguidos que tendrían una morfología novedosa y una mezcla de rasgos primitivos y derivados que recuerdan en parte a homininos y a paninos.

Restos poscraneales de Sahelanthropus tchadensis: fémur TM 266-01-063, y cúbitos TM 266-01-358 y TM 266-01-050. Crédito: Guillaume Daver et al, 2022.

Poco después de aquello, Franck Guy, Guillaume Daver, y otros publicaron un preprint donde analizaban los materiales originales del mismo fémur izquierdo y de dos cúbitos, en comparación con otros primates (chimpancé, gorila, orangután, simios del Mioceno, Orrorin, Ardipithecus, Australopitecus, especies extintas de humanos y Homo sapiens). Este trabajo es el ahora publicado en Nature (Daver, Guy, Mackaye et al, 2022), y que ha despertado tanta atención entre la comunidad científica y el público general. Basándose en una veintena de características morfológicas y biomecánicas estudiadas, Daver y otros sostienen que S. tchadensis era efectivamente un bípedo habitual cuando caminaba sobre el suelo y también sobre las ramas de los árboles, mientras que los huesos del antebrazo indican que era cuadrúpedo para trepar a los árboles, pero de manera distinta al chimpancé y al gorila.

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Una pequeña revuelta entre los primeros homininos

Una pequeña revuelta entre los primeros homininos

El pasado viernes 12/03/21 impartí una charla llamada “Una pequeña revuelta entre los primeros homininos” para el Club de Ciencia Boadilla. En los últimos tiempos hemos conocido distintas novedades que enriquecen nuestro conocimiento sobre los representantes más tempranos de nuestro linaje:

  • La publicación del fémur de Sahelanthropus tchadensis, de 6~7 millones de años (Ma). Dos trabajos sobre este hueso presentan distintas interpretaciones respecto al posible bipedismo de esta enigmática especie. ¿Pudo no ser un bípedo habitual? ¿Habría que dejar de considerarlo como un hominino?
  • La mano de Ardipithecus ramidus, de 4,4 Ma. Un amplio análisis de las capacidades asociadas a la morfología de esta mano, en comparación con las manos de varios homininos y primates existentes, sugiere que el Último Ancestro Común (UAC) de los linajes humano y chimpancé tendría la suspensión arbórea como modo de locomoción frecuente.
  • El hallazgo de nuevos materiales en la zona fosilífera de Woranso-Mille se suma a la abundante colección de Australopithecus afarensis proveniente del lugar, excepto un molar M3 cuyo pequeño tamaño no corresponde con ninguna especie conocida de australopiteco. Precisamente, en Woranso-Mille se halló el sorprendente pie de Burtele (de 3,4 Ma) con un pulgar oponible, como tenía el individuo «Ardi» de Ardipithecus ramidus un millón de años antes. También allí se encontraron el único cráneo conocido por el momento de Australopithecus anamensis y los materiales que permitieron definir la nueva especie Australopithecus deyiremeda.

Paleoantropología: novedades 4º trimestre 2020

Paleoantropología: novedades 4º trimestre 2020

Terminamos 2020 con la reseña de 24 novedades que destaco de este último trimestre. En total han sido ¡93 noticias!, recopiladas en los resúmenes trimestrales durante este año.

  • Sahelanthropus tchadensis tiene difícil seguir manteniéndose dentro de la lista de homininos, si consideramos la bipedación habitual como rasgo fundamental para definir un hominino. El fragmento de fémur TM 266-01-063 fue encontrado en 2001 en la misma localización que el famoso cráneo TM 266-01-060-1 apodado Toumaï, de datación estimada en 6-7 millones de años (Ma). Sus características no corresponden con las de un bípedo habitual, y se acercan más a las del linaje de Pan, aunque podría representar un tercer linaje (ni hominino, ni panino) que ya no contaría con representantes vivos [+info].

The partial femur TM 266-01-063 from Toros-Menalla, Chad, in anterior (a), posterior (b), medial (c), and lateral (d) views. Scale bar = 2 cm. Credit: R. Macchiarelli, A. Bergeret-Medina, D. Marchi et al. (2020)

  • Se ha publicado un nuevo cráneo muy completo (DNH 155) de Paranthropus robustus procedente de la cueva Drimolen (Sudáfrica), datado en 2 Ma. Perteneció a un individuo masculino, y comparte con DNH 7 (un cráneo femenino muy completo de Drimolen) un tamaño de dentición inferior al de otros parántropos de cronologías más recientes. Esto hizo a sus investigadores sugerir una «microevolución» en un periodo corto de tiempo motivada por cambios medioambientales, y revisar estudios anteriores sobre el dimorfismo sexual en esta especie, su comportamiento social y su ontogenia [+info].

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Sahelanthropus tchadensis may not have been a habitual biped

Sahelanthropus tchadensis may not have been a habitual biped

In many texts, when depicting the human evolutionary tree, the S. tchadensis cranium is often claimed to be consistent with being biped, mainly driven by the foramen magnum position. Habitual bipedalism is a key feature for taxa to be included in the hominin clade, yet some specific characteristics of the bipedal locomotion can differ from those of modern humans. The case of Sahelanthropus is important because the age of its fossils (6-7 million years) approximately matches the time that our branch of the primate family tree diverged from the ancestors of chimpanzees and gorillas. We only know Orrorin tugenensis as another hominin candidate in such chronology. There are three femoral remains of Orrorin, but until now the Sahelanthropus femur had not yet been published, and this is a major skeletal element to understand bipedalism.

What hominin taxa at that time could be a direct ancestor of living humans is a very difficult question to face. The Late Miocene fossil record is really small and makes impossible to sort ancestors from non-ancestral close relatives.

In this context, a new paper (R. Macchiarelli et al, 2020) focuses on the study of the partial left femur TM 266-01-063 found in July 2001 at Toros-Menalla, Chad. This is the same location where the Sahelanthropus tchadensis holotype was recovered also in 2001: the cranium TM 266-01-060-1. What five key ideas does the new femur bring, according the analysis of overall shape differences by Macchiarelli et al?

1) Yes, the femur can likely be assigned to S. tchadensis.

We are most confident that the TM 266 femoral shaft belongs to a hominid sensu lato. It could sample a hominid hitherto unrepresented at Toros-Menalla, but a more parsimonious working hypothesis is that it belongs to S. tchadensis.

2) This femur is very different from the Orrorin tugenensis femur, another early hominin normally considered as habitual biped.

The differences between TM 266 and the O. tugenensis partial femur BAR 1002’00 are substantial and are consistent with maintaining at least a species level distinction between S. tchadensis and O. tugenensis.

The partial femur TM 266-01-063 from Toros-Menalla, Chad, in anterior (a), posterior (b), medial (c), and lateral (d) views. Scale bar = 2 cm. Credit: R. Macchiarelli, A. Bergeret-Medina, D. Marchi et al. (2020)

3) But actually, S. tchadensis may not have been a habitual biped!

If the TM 266 femoral shaft belongs to S. tchadensis, we cannot be confident that the latter was a habitual biped. Based on our analyses, the TM 266 partial femur lacks any feature consistent with regular bouts of terrestrial bipedal travel; instead, its gross morphology suggests a derived Pan-like bauplan.

4) If the TM 266 femur can be added to the hypodigm of S. tchadensis, the conclusions could be important to actually stop considering S. tchadensis as an early hominin. 

The lack of clear evidence that the TM 266 femur is from a hominid that was habitually bipedal further weakens the already weak case for S. tchadensis being a stem hominin.

It is possible that S. tchadensis is a stem hominin with some reduction of the canine and loss of the honing complex, but without the femoral adaptations to terrestrial bipedalism that are seen in A. afarensis and O. tugenensis. If there is compelling evidence that S. tchadensis is a stem hominin, then bipedalism can no longer be seen as a requirement for inclusion in the hominin clade.

5) A hominin, a panin, or neither? A potential third way for Sahelanthropus.

Being a stem hominin or a stem panin, or their most recent common ancestor, may not be the only options for S. tchadensis. It is probable that during the late Miocene and the early Pliocene, there was a modest adaptive radiation of African hominids that includes taxa that are neither hominins nor panins as defined previously. Any such extinct groups are likely to include taxa with novel morphology or with novel combinations of morphology we also see in hominins or panins. Given the mix of inferred primitive and inferred derived features in S. tchadensis, we suggest it could belong to a group that has no living representative.

If we treat the hominin status of S. tchadensis, or any other enigmatic taxon, as a given and not a hypothesis, we run the risk of adding further confusion to a picture that is already complicated and less easy to resolve.

BUT In a new preprint (under review as of Feb-21), Franck Guy and colleagues analyse the original materials of the same left femur and two antimeric ulnae. Based on each features they tackle and the functional signals found, they argue that S. tchadensis was indeed bipedal.

References:

  • R. Macchiarelli, A. Bergeret-Medina, D. Marchi et al. (2020). Nature and relationships of Sahelanthropus tchadensis. Journal of Human Evolution 149 | Front image: The partial femur TM 266-01-063 (left) in anterior (a), posterior (b), medial (c), and lateral (d) views compared with the CT-based reconstruction of BAR 1002’00 (Puymerail, 2011, 2017, based on a record kindly made available by B. Senut and M. Pickford). 
  • F. Guy et al. (2020). Postcranial evidence of late Miocene hominin bipedalism in Chad. Preprint is under consideration at a Nature Portfolio Journal.

Further information: Toumaï, esperanza de vida | Nutcracker Man