Arte rupestre en Cantabria

Arte rupestre en Cantabria

¡Nos vamos a Cantabria! Para conversar con Daniel Garrido Pimentel y descubrir las impresionantes muestras de arte rupestre que, durante milenios, se representaron en numerosos yacimientos paleolíticos de esta región.

  • Introducción: la presencia humana en la región cantábrica durante la prehistoria
  • 3:30 Presentación de Daniel Garrido Pimentel y su libro «Arte rupestre en Cantabria: líbro-guía del visitante» (Librucos)
  • 5:00 Origen del arte rupestre y vinculación con la capacidad simbólica
  • 11:55 El 90% de lo que está pintado son…
  • 18:00 ¿Pintaron los neandertales?
  • 23:20 Nuestra fascinación por las figuras humanas
  • 31:40 El Monte (mágico) de El Castillo
  • 33:20 Los discos de la Cueva de El Castillo
  • 35:40 Las manos pintadas
  • 39:35 El hombre-bisonte de El Castillo
  • 42:10 Covalanas: el cine de hace 20.000 años
  • 46:35 El Mirón y la Dama Roja
  • 49:30 Y la más famosa: Altamira

Daniel Garrido Pimentel, doctor en Arqueología y Prehistoria, es coordinador de las Cuevas Prehistóricas de Cantabria y especialista en arte rupestre paleolítico. Ha participado en numerosos proyectos de investigación, como el estudio del conjunto rupestre de la Galería del Sílex en Atapuerca. En los últimos años, ha investigado diversos conjuntos rupestres paleolíticos en Asturias y Cantabria. Además, ha publicado en varias revistas científicas y divulgativas, y es autor de varios libros sobre prehistoria.

Paleoantropología: novedades 2º trimestre 2024

Paleoantropología: novedades 2º trimestre 2024

Acompañando al cierre del segundo trimestre, aquí va el resumen de 32 novedades publicadas. Os deseo buena lectura y un feliz verano (o invierno, en el hemisferio sur).

  • Damos la bienvenida a un nuevo homínido, denominado Buronius manfredschmidi, el más pequeño conocido (10 kg de masa corporal). Datado en 11,62 Ma (millones de años), procede de Hammerschmiede (Bavaria, Alemania). Su holotipo es un molar M2 y paratipos un premolar P4 y un fragmento de paladar. Contrastando con la frecuente simpatría de hominoides (más de una especie conviviendo en el mismo área) en el Mioceno inicial y medio de África, hasta ahora no se conocía ningún caso de simpatría en el Mioceno europeo. En el mismo nivel 5 de Hammerschmiede, se halló el Danuvius guggenmosi presentado en 2019.

  • La morfología mediofacial varía mucho entre los grandes simios y los humanos, en los que la cara es pequeña y retraída. Aún se desconocen en gran medida los procesos de desarrollo subyacentes a estas diferencias morfológicas. El estudio de la cara media de distintos primates concluye que, en general, los humanos comparten el patrón de modelado óseo mediofacial de los grandes simios, pero la reabsorción ósea es elevada en la zona canina desde el nacimiento, lo que puede ser una clave de la reducción canina en la evolución facial; también, que los humanos presentan altos niveles de reabsorción ósea durante la infancia, una característica que no comparten con otros simios [+].
  • Una revisión del trabajo de Daver et al. (2022) (que proponía a Sahelanthropus tchadensis como un bípedo habitual) cuestiona tal caracterización, basándose en que determinados rasgos morfológicos, principalmente del fémur, no son exclusivos de seres bípedos [+].
  • La competencia fue fundamental para la especiación en nuestro camino evolutivo a lo largo de cinco millones de años. Mediante modelos bayesianos y análisis filogenéticos, un trabajo observa que, cuantas más especies de Homo había, mayor era la tasa de especiación. Esto apenas tiene parangón en la ciencia evolutiva dado que, en otros vertebrados, las tasas de especiación aumentan y luego se estancan a medida que los nichos ecológicos se llenan, momento en que las tasas de extinción comienzan a aumentar. Este argumento reforzaría que la competencia entre especies fue un factor evolutivo importante. En cambio, en los homininos, cuando esos nichos se fueron llenando, surgían aún más especies. También lo han observado en algunas especies de escarabajos isleños, cuyos ecosistemas han podido producir tendencias evolutivas inusuales. Los autores de este trabajo observan que, mientras que especies de homininos como Paranthropus probablemente evolucionaron fisiológicamente para ampliar su nicho, por ejemplo, adaptando los dientes para explotar nuevos tipos de alimentos, el motor del patrón tan diferente en nuestro género Homo podría haber sido la tecnología. Las herramientas de piedra, el fuego, o las técnicas de caza intensiva son comportamientos extremadamente flexibles que permiten generalizar y superar rápidamente los nichos ecológicos, que obligan a otras especies a competir por el hábitat y sus recursos,  sin necesidad de sobrevivir mucho tiempo para desarrollar nuevos planes corporales [+].
  • Siempre es bienvenido un nuevo yacimiento olduvayense. Se trata de Sare-Abururu, situado en la península de Homa, en el suroeste de Kenia, donde ya se conocen otros conjuntos olduvayenses procedentes de Nyayanga (Plioceno final, ~3-2,6 Ma) y Kanjera Sur (Pleistoceno inicial, ~2 Ma). Mientras que en estos últimos sitios los homininos obtenían diversas materias primas de alta calidad a más de 10 km de distancia, más tarde, en Sare-Abururu los homininos hace ~1,7 Ma dejaron 1754 artefactos fabricados a partir de guijarros de cuarzo, en una reducción simple aunque produciendo hábilmente bordes cortantes con pocos errores. Esto muestra que las estrategias oportunas no necesariamente indican una falta de habilidad o de materias primas adecuadas. Sare-Abururu se halla a unos 12 km al sureste de Kanjera South y 18 km al este de Nyayanga. Los patrones de adquisición y reducción de líticos en la península de Homa parecen reflejar variaciones en los contextos de recursos locales en lugar de cambios evolutivos a gran escala en la movilidad, el coste energético o la cognición de los fabricantes de herramientas [+].

Herramientas olduvayenses de Sare-Abururu (c. 1.7 Ma). Crédito: Finestone et al. (2024).

  • Un nuevo trabajo de modelización indica que el Olduvayense pudo haberse originado hace 3-3,2 Ma en algún momento cercano a la ocurrencia de los artefactos de Lomekwi 3 [+].
  • Dos nuevas mandíbulas de Paranthropus boisei aportan información muy interesante sobre esta especie [+]. Por un lado, KNM ER-42709 es una hemimandíbula sin dientes datada en 1,4 Ma, el parántropo más reciente conocido en Kenia hasta ahora, y uno de los más recientes del registro fósil junto con KGA 10-525 de Konso (1,42 Ma) y OH 80 (1,338 Ma). Por otro lado, KNM ER-42801 es un fragmento mandibular con un molar M3 datado en 1,55 Ma. Su entorno se caracterizaba por la abundancia de vegetales tipo C4, en un momento previo al incremento de la cobertura forestal (plantas C3) que tuvo lugar en la transición del Pleistoceno inferior al medio (1,3-0,7 Ma en el este de África). Estos dos especímenes enriquecen la variabilidad intraespecífica en las dimensiones dentales y del cuerpo mandibular.

Dos nuevos fósiles de Paranthropus boisei. Crédito: Lucía Nadal et al (2024)

  • Se han hallado marcas de corte sobre los restos esqueléticos del elefante FN3-5-MPS (Mammuthus meridionalis), que murió de forma natural, halllado en Fuente Nueva 3, Orce (Granada) entre 2001 y 2003. Fueron realizadas por homininos y por felinos, posiblemente tigres dientes de sable, hace 1,2 Ma (millones de años), según se ha observado en la tafonomía y la microestratigrafía. Se trata de la evidencia más antigua conocida de marcas de cortes en huesos de proboscidios en el oeste de Eurasia [+].
  • De los tres fósiles originales a partir de los que Dubois definió la especie Homo erectus, un nuevo estudio considera que sólo la calota Trinil 2 corresponde al holotipo [+].

Holotipo de Homo erectus publicado por Dubois (1893): A) molar Trinil 1, B) calota Trinil 2, C) fémur Trinil 3.

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Nuestra fascinación por los mamuts

Nuestra fascinación por los mamuts

En la cultura popular, el mamut es uno de los animales más queridos de los tiempos prehistóricos. El término «mamut» suele estar referido a la especie Mammuthus primigenius (mamut lanudo), el cual no sólo aviva sentimientos de admiración entre los humanos actuales, sino que nuestros antepasados que convivieron con ellos les tendrían respeto, temor y fascinación. También formaban parte de su dieta: no era uno de los animales más cazados, pero un solo ejemplar supondría un festín. Como consecuencia de todo ello, eran representados en pinturas, grabados y figuritas por toda Europa, con un motivo y simbolismo aún incierto. Asimismo, el marfil de sus defensas se empleaba como materia prima para elaborar otras piezas de arte mueble.

Los mamuts lanudos tuvieron su máxima expansión geográfica hace entre 110-14 ka (miles de años). Evolucionaron en Eurasia a partir de Mammuthus trogontherii, un proboscidio que se originó durante el Pleistoceno inicial entre las subcrones Olduvai (1,7 Ma) y Jaramillo (1,1 Ma). Las primeras formas de M. primigenius de desarrollan en el noreste de Asia hace 800-600 ka, donde aparece completamente extendido hace unos 400 ka, y las primeras formas en Europa surgen posteriormente, hace 200-160 ka. Los últimos mamuts lanudos vivieron en la isla Wrangel, en el Océano Ártico al norte de Siberia, donde desaparecieron hace unos 4000 años. Los Homo sapiens no fueron los únicos humanos que los conocieron, sino también H. neanderthalensis, sin descartar otros (¿denisovanos? ¿H. erectus?).

M. primigenius se extendieron por casi toda Eurasia, desde la península ibérica hasta el Adriático, Centroeuropa, montañas de Crimea, noreste de Siberia, plataforma del Océano Ártico, Mongolia, norte de China, Corea del Sur, Japón… También se han hallado restos en Estados Unidos y Canadá. El área verificable de su rango comprende más de 33 millones de km2. Se encontraban entre los grandes herbívoros más ampliamente distribuidos. En Siberia y Alaska, los mamuts lanudos aparecen en el suelo helado (permafrost) con partes esqueletales muy completas. Allí no sólo se han conservado extraordinariamente los huesos, sino también su carne, piel, pelo y vísceras, como demuestran las siguientes fotos de la cabeza y la pata de un ejemplar joven hallado en Liakhov (Rusia) en 1901-1902, entre otros cuantos ejemplos.

Cabeza y pata trasera izquierda de Mammuthus primigenius, descubierto en Liakhov (Rusia) en 1901-1902, expuesto en el Museo de Historia Natural de París (crédito: Roberto Sáez). A la derecha, foto de la pata alrededor de 1912 cuando llegó a París (crédito: DR y A. Péquignot).

Hace unos 30-40 ka, llegaban hasta el sur de la península ibérica (turbera de El Padul, Granada). Tras el Último Máximo Glacial, la fauna de clima frío (bisonte, mamut, rinoceronte, reno, etc.) sobrevivieron en la tundra y la estepa del norte europeo, mientras que la fauna de clima más cálido (caballos, ciervo, cabra, uro, etc.) se mantienen en el sur.

Máxima extensión de Mammuthus primigenius durante el Pleistoceno final, basada en el registro fósil conocido. Crédito: R-D Kahlke (2015).

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Paleoantropología: novedades 3er trimestre 2020

Paleoantropología: novedades 3er trimestre 2020

Un trimestre más, aquí va mi recopilación de noticias sobre evolución humana, ordenadas por antigüedad de los materiales presentados. Son 22 esta vez:

  • Tengo debilidad por las revisiones de viejas colecciones de fósiles, en este caso 5 fragmentos mandibulares y 67 dientes recuperados en Lomekwi (Kenia) entre 1982-2009, y fechados entre 3,2-3,5 millones de años (Ma). Aunque en general son dientes pequeños, su morfología tiene similitudes con la de las especies que existían en el lugar en aquel momento, Australopithecus afarensis y Australopithecus deyiremeda, pero también les diferencia especímenes con un tamaño relativamente grande del P4 y del M3 en comparación con el M1, o con una cúspide molar adicional. Tampoco se puede comparar con Kenyanthropus platyops, porque los pocos dientes en el registro de esta especie además tienen mal preservadas sus coronas dentales [+info].

Crédito: Skinner, M. M., Leakey, M. G., Leakey, L. N., Manthi, F. K., & Spoor, F. (2020)

  • Una serie de biomarcadores de plantas y animales fósiles encontrados en un entorno achelense en Olduvai (Tanzania), muestran lípidos que producen bacterias en un entorno de aguas termales. Esto sugiere una interesante hipótesis de trabajo: la posible utilización de estas aguas por los homininos para hervir alimentos y plantas hace 1,7 Ma [+info].
  • Rompamos un poco la visión clásica de Homo erectus con cuerpos esbeltos y delgados, observando los huesos de las extremidades y de la pelvis. Comienza a haber evidencias de que Homo erectus no representa una emergencia completa de la morfología corporal moderna, sino que tenían un prototipo corporal distinto. El estudio de la reconstrucción virtual de la caja torácica del Chico de Turkana (1,53 Ma) indica que era más ancha, profunda y corta de lo que suponíamos y, de hecho, su forma se parece más a la de los neandertales que al tórax más largo y plano de los humanos modernos [+info].

Animación de movimiento de respiración de las costillas del Chico de Turkana y de un humano moderno. Crédito: Benoit Beyer.

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La cueva de Cudón y la complejidad del poblamiento humano en el cantábrico: una hipótesis fascinante

La cueva de Cudón y la complejidad del poblamiento humano en el cantábrico: una hipótesis fascinante

La cueva de Cudón (Miengo, Cantabria) forma parte de una nueva vía de investigación para el estudio de un conjunto de cuevas con pinturas rojas en Cantabria, que consisten en discos, puntos, trazos, manchas y otros signos no figurativos, muy distintos a las icónicas representaciones de animales en otras cavidades, entre los que abundan los bisontes, caballos y ciervos. Este enfoque de estudio fue abierto por Ramón Montes en Cudón, en 2011 y, a partir de él, Roberto Ontañón coordina desde 2013 en Cantabria un amplio trabajo de documentación gráfica de cuevas con pinturas rojas análogas.

En Cudón el registro pictórico es enorme. A pesar de ser relativamente desconocida, se trata del yacimiento con más y mejores pinturas rojas premagdalenienses de Cantabria, además de ser una cueva de gran complejidad por su longitud (2 km) y su geología (bastantes galerías bajas y zonas escondidas). En total, se han levantado 900 unidades gráficas. Corresponden a gestos artísticos en general, pero no se puede descartar que también haya transferencias de manos pintadas o de ropas manchadas de ocre que rozan la pared. En algunos casos, resulta difícil discriminar el hecho intencional artístico de lo que no es intencional pero que sucede en relación con aquél.

Por tanto, Cudón es un gran santuario de este tipo de arte paleolítico de pinturas rojas, bien fechado en el Gravetiense pleno (aprox. 26.000 años BP, 29.000-30.000 Cal BP) mediante cuatro dataciones por radiocarbono. En esta cronología está conviviendo, y tal vez compitiendo, con el arte mucho más espectacular de las grandes ciervas tamponadas, animales de tinta plana y otras pinturas rojas premagdalenienses de Covalanas, La Pasiega, El Castillo, El Pendo, etc. El 90% de su registro son pinturas rojas, y el resto son elementos negros, algunos morados, pequeños grabados entre los que se cuentan numerosos «macarronis» (grabados digitales hechos sobre pared arcillosa) y dos manos en negativo superpuestas, una horizontal y otra vertical, con posibles restos de una tercera.

Es sorprendente que, en una cueva de 900 pinturas paleolíticas con una gran diversidad de elementos, no haya ninguna representación animal, ni siquiera parcial, aun teniendo paredes lisas y grandes, óptimas para pintar. Ramón Montes lo explica para este blog: «Pensamos que es un arte con entidad propia, es decir, quien produce ese arte no quiere pintar animales. Esta es una corriente que conviviría con otras tradiciones naturalistas durante el Paleolítico superior cantábrico. No sabemos si esto responde a razones artísticas, culturales o religiosas, pero intuimos que se trata de un poco de todo, porque las explicaciones sencillas en arqueología funcionan mal». Hay otras 20 cuevas identificadas a partir de 2013 en el sector central de la cornisa cantábrica (entre los ríos Sella y Nervión), que tienen un arte parecido a la amplia referencia de Cudón, pero en formatos más reducidos y compactos, con menor número de elementos. Probablemente también son del Gravetiense, aunque solo una de ellas está datada, la cueva del Calero (en algo más de 25.000 años BP).

Cudón: signos en el techo del vestíbulo (izd), puntos y vulva bicolor (dch). Foto cortesía de Ramón Montes

¿Qué significa este arte? 

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