Paleoantropología: novedades 1er trimestre 2025

Paleoantropología: novedades 1er trimestre 2025

Estuve tentado de dividir esta entrada en varias, ya que en este trimestre hemos conocido un número muy alto de novedades importantes. Finalmente, he reunido y resumido 54 de ellas (!) en un solo artículo que ofrece una visión fascinante de la evolución humana. Espero que lo disfrutéis

  • La selección de herramientas de piedra por parte de los chimpancés salvajes para romper nueces en Bossou (Guinea), en experimentos controlados que introducen rocas desconocidas para esta población, podría reflejar las técnicas de los homininos que desarrollaron la industria olduvayense (Braun et al., 2025). Los chimpancés seleccionan yunques y martillos en función de las propiedades mecánicas, características no directamente visibles para el individuo: piedras más duras para los martillos y más blandas para los yunques, lo que indica que comprenden propiedades específicas para funciones distintas. Los adultos identifican las propiedades mecánicas mediante el aprendizaje individual, y los jóvenes a menudo reutilizan las herramientas seleccionadas por los adultos.
  • El origen de la talla lítica pudo haber sido un proceso emulativo por parte de los homininos que buscaban reproducir objetos afilados producidos de forma natural («naturalitos») y que ya eran muy demandados, y no tanto la creación intencional o por accidente de lascas afiladas y la posterior aplicación a objetos para cortar (Eren et al., 2025).

Ejemplos de objetos de piedra con filos producidos naturalmente. Crédito: Michelle R. Bebber, Metin I. Eren y Alastair Key

  • La orientación acetabular de los Australopithecus era esencialmente similar a la humana hace 3,6 Ma, atendiendo a la comparativa de los acetábulos en una muestra de primates antropoides existentes y homininos fósiles que incluyen Australopithecus afarensis (AL 288–1, KSD-VP-1/1), Australopithecus africanus (Sts 14), Australopithecus sediba (MH2) y Homo neanderthalensis (Kebara 2). El cambio en la orientación acetabular de los homininos fue probablemente un rasgo seleccionado para la locomoción (Lawrence, Hammond, Ward, 2025).

Vectores de orientación acetabular en 3D (vectores normales al plano acetabular) superpuestos en una pelvis humana y mostrados en vistas que representan el plano medio, el plano lumbosacro y el plano comparativo ortogonal. Figura 4 en A.B. Lawrence, A. S. Hammond, C. V. Ward (2025)

  • Se han comparado los isótopos de carbono y nitrógeno unidos al esmalte dental de los dientes fósiles de 43 mamíferos de hace 3,5 Ma de Sterkfontein (Sudáfrica), incluidos 7 individuos diferentes de Au. africanus, con los dientes de mamíferos africanos modernos (Lüdecke et al., 2025). Cuando los animales digieren los alimentos, sus cuerpos tienden a utilizar y eliminar por la orina, las heces y el sudor más el isótopo ligero de nitrógeno (14N) que el isótopo pesado (15N), el cual queda más en sus cuerpos en comparación con los alimentos que comen. Las plantas contienen mucho 14N pero no mucho 15N; los herbívoros tienen más 15N  y menos 14N en sus cuerpos que las plantas que comen; y los carnívoros tienen mucho 15N y no mucho 14N. El estudio observa que los australopitecos parecen haber tenido una dieta variada, pero no rica en carne de mamíferos. Este hallazgo podría implicar que las habilidades de los australopitecos para adaptarse a ecosistemas de sabana pudo haber sido anterior al cambio a una dieta rica en carne que potenció la evolución del cerebro. Tampoco se puede descartar una dieta rica en termitas, alimento que contiene relativamente menos nitrógeno del tipo que se encuentra en la carne de los mamíferos.

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¿Enterramientos y grabados rupestres realizados por Homo naledi?

¿Enterramientos y grabados rupestres realizados por Homo naledi?

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Actualizado septiembre 2025

Parece que ha pasado más tiempo, pero han sido pocos años desde que conocimos a la especie Homo naledi en septiembre de 2015. Naledi es un nombre africano que viene de la tribu sudafricana de Sesotho y significa «estrella», por la denominación Rising Star del sistema de cuevas donde se descubrió. Desde entonces, el registro fósil de esta especie se ha ido enriqueciendo, y se compone de más de 2000 huesos y dientes, que representan a un mínimo de 15 individuos.

Su datación es de 241-335 ka (miles de años), una antigüedad parecida a la de los primeros especímenes de Homo sapiens en África. Estos otros humanos, Homo naledi, eran pequeños (150 cm y 45 kg) y también tenían un cerebro llamativamente pequeño (466-560 cc) en comparación con otras especies humanas: Homo erectus (entre 727-1220 cc), Homo sapiens (1350 cc como promedio), Homo neanderthalensis (1450 cc como promedio). Se trata de un tamaño en un rango similar al cerebro de Homo floresiensis (426 cc).

Homo naledi es una asombrosa especie, que tendría muy cerca a otros grupos humanos en el mismo paisaje, pero que se distinguiría de ellos notablemente en su tamaño corporal y en su cabeza. Pero ¿y en su inteligencia? ¿Cómo podemos «medir» la inteligencia de aquellos humanos con un cerebro pequeño?

Para tomar pistas, tenemos que volver a las cuevas de Rising Star. Allí tenemos al menos una veintena de cuerpos en el fondo de un conjunto de galerías complejas, algunas realmente estrechas, sin ninguna evidencia arqueológica que indique que aquellos homininos vivían en esas cámaras. Los estudios geológicos no han hallado otras posibles aperturas antiguas hacia aquellos lugares; parece que el acceso a ellos nunca fue fácil. Es más, pocos restos de otros animales se han hallado allí dentro, por ejemplo, de búho.

Así, la hipótesis que se maneja es la del depósito deliberado de los cuerpos en aquellos lugares complicados, lo que ha llevado a trabajar en dos cuestiones durante los últimos años:

1) ¿Pudo tener aquel depósito un carácter simbólico?

2) ¿Emplearon fuego, para poder realizar semejante actividad en la profundidad de la cueva?

Veamos lo que conocemos a día de hoy sobre estas cuestiones.

¿Homo naledi enterraba?

Se han descubierto varias zonas distintas con datos geológicos y anatómicos que sugieren la remoción de tierra para cavar hoyos y depositar a los cuerpos de Homo naledi flexionados.

En la cámara Dinaledi, una concentración de huesos (Dinaledi Feature 1) contiene 83 partes identificables del cuerpo de un adulto y, sobre él, varias de otro individuo (al menos tres fragmentos en contacto con el cuerpo anterior). Además, una segunda concentración (Dinaledi Feature 2) está separada 20 cm de la primera y parece ser de un individuo juvenil, pero está pendiente de excavar.

En la antecámara Hill, contigua a Dinaledi, existe otra concentración de 90 fragmentos óseos y 51 dientes, que pertenecen a 4 individuos infantiles, de los que la conservación de uno de ellos parece indicar que estaba en posición flexionada y que tendría unos 13 años de edad al morir. En su mano o cerca de ella, hay una interesante roca con estrías o líneas de posible modificación o desgaste, que está en estudio. Además, está el esqueleto parcial de otro infantil, y los cráneos parciales de otros dos.

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La Lluera: un gran santuario exterior de grabados paleolíticos

La Lluera: un gran santuario exterior de grabados paleolíticos

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Normalmente eclipsado por los grandes conjuntos de arte rupestre de la región cantábrica, La Lluera es uno de los abrigos con grabados paleolíticos más importantes del mundo.

El conjunto de La Lluera se compone de dos cavidades en el valle del curso medio del río Nalón, ubicadas en San Juan de Priorio (Asturias, norte de España). Aunque las cuevas ya eran conocidas, curiosamente, y a pesar de la espectacularidad de la maraña de grabados y su clara visibilidad desde la entrada, su hallazgo fue tardío. En 1979 se descubrió el conjunto artístico de La Lluera I y en 1980 el de La Lluera II. En realidad, forman parte de un conjunto más amplio de 22 sitios paleolíticos en la zona, de las que 15 contienen arte y configuran un mismo horizonte gráfico fechado en época solutrense, hace unos 18.000-20.000 años.

La Lluera I tiene dos pequeñas galerías de unos 16 metros, que se comunican al fondo por una tercera de unos 10 m conformando un triángulo. Lo primero que llama la atención es la clara selección de zonas para ejecutar las representaciones artísticas: tan solo se utiliza la galería occidental y, dentro de ella, la parte iluminada de la misma, en las paredes de ambos lados, y acotadas por determinados límites naturales. No se seleccionó ninguna otra zona de la cueva para realizar grabados. Por eso se considera un abrigo o santuario exterior, uno de los más importantes del mundo.

La Lluera I vistas generales

La Lluera I, vistas generales. Crédito: Roberto Sáez

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Grabados hechos por neandertales

Grabados hechos por neandertales

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Las pinturas y grabados suelen estar asociados a capacidades cognitivas vinculadas hasta hace poco exclusivamente a los humanos modernos. Sin embargo, este paradigma está ahora en revisión y se han descubierto o reevaluado importantes obras con una antigüedad correspondiente a autoría neandertal (pinturas, estructuras, ornamentos personales… ver post 5 casos de simbolismo neandertal). Sin embargo, son muy pocos los grabados o incisiones documentados por el momento.

En este artículo escribo sobre algunas de estas obras, distinguiendo el tipo de soporte sobre el que están realizadas: solo existe un grabado parietal conocido hasta la fecha, mientras que son muchos más los objetos óseos o líticos con incisiones, de más de cuarenta sitios del Paleolítico Inferior y del Paleolítico Medio. Sin embargo, en la mayoría de los casos su producción seguramente es natural. Además, en otros que parecen tener un origen antrópico, la función no está nada clara. Recupero aquí algunos casos cuya evaluación indica una intencionalidad no asociada a actividades utilitarias.

Grabado parietal de Gorham’s cave, Gibraltar

Publicado en 2014, se trata del primer hallazgo conocido de un grabado parietal realizado por neandertales. Se encuentra bajo el nivel IV Musteriense y tiene una antigüedad mínima de 39 ka.

Consiste en un patrón abstracto de trece líneas en total: ocho más profundas que se entrelazan en dos sitios, y cinco más finas en dos grupos (uno de tres y otro de dos) que se cruzan con las anteriores.

Mediante grabados experimentales, se ha determinado que las ocho líneas profundas fueron realizadas con una punta lítica robusta repetidamente sobre la roca siempre en la misma dirección, mientras que las líneas finas fueron realizadas con un solo trazo, con una herramienta similar a las gruesas. De entre las líneas profundas, una requirió unos 54 trazos y las otras entre 4 y 30 cada una. En total, se estima que el grabado se hizo con un número de incisiones entre 188 y 317.

La laboriosidad de la técnica empleada, su objetivo no asociado a ninguna utilidad y el patrón de diseño que sigue el grabado, indican la capacidad del autor para el pensamiento abstracto.

Engraving from Gorham’s Cave

(A) Engraving from Gorham’s Cave. (B) Engraved lines L1–L13. Dark gray and light gray identify old and recent breaks, respectively. Credit: Rodríguez-Vidal J. et al (2014). A rock engraving made by Neanderthals in Gibraltar. PNAS doi:10.1073/pnas.1411529111

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