Paranthropus capensis y la diversidad de homininos en el sur de África

Paranthropus capensis y la diversidad de homininos en el sur de África

La mandíbula SK 15 fue descubierta en 1949 en Swartkrans Member 2 y está datada en unos 1,4 Ma (millones de años). Aunque presenta cierta distorsión en su lado derecho, es una de las mandíbulas homininas mejor conservadas y completas del registro paleoantropológico africano. Su buena conservación permite observar un cuerpo mandibular bajo y grueso, comparable al de algunos especímenes de Homo de antigüedad similar, aunque más pequeño en todas sus dimensiones que el de Paranthropus robustus. Los molares de SK 15 muestran un patrón de aumento distal en el diámetro mesiodistal (M1<M2<M3), característica común en los australopitecos y algunos Homo tempranos, pero rara en H. erectus.

Este fósil se atribuyó originalmente a Telanthropus capensis, una denominación introducida para describir formas intermedias entre los autralopitecos y Homo erectus/ergaster, pero actualmente en desuso. Desde la década de 1960, se ha asignado a H. ergaster, junto con SK 45 y SK 847, dos fósiles de Swartkrans Member 1, cuya datación es más antigua, de 2,22 Ma. No obstante, las asignaciones taxonómicas son complicadas. SK 847 es un cráneo fragmentario con maxilar casi edéntulo, mientras que SK 45 es un fragmento de hemimandíbula con dos molares muy desgastados. Además, tampoco es posible comparar SK 15 con el cráneo DNH 134 de Drimolen, que es el Homo erectus más antiguo conocido, ya que carece de dentición. Este registro fósil limitado y confuso de Homo ha llevado a que SK 15 se haya relacionado sorprendentemente con tres géneros de homininos: Australopithecus, Paranthropus y Homo (Homo habilis, Homo gautengensis y Homo naledi).

En un nuevo trabajo, Zanolli y colaboradores han reestudiado SK 15 mediante microtomografía de rayos X, modelado 3D y análisis morfométricos geométricos. Según este estudio, la forma de la sínfisis mandibular es similar a la de los australopitecos, mientras que la arcada dental y la unión esmalte-dentina se aproximan a las de los parántropos. Básandose en estas observaciones, los autores concluyen que SK 15 perteneció a Paranthropus. Sin embargo, presenta características que lo diferencian de las especies conocidas de este género (P. aethiopicus, P. boisei y P. robustus), como su menor tamaño y la gracilidad del hueso, en comparación con las mandíbulas de P. robustus de Swartkrans, así como la ausencia en SK 15 de algunos rasgos dentales muy características de otros parántropos, tales como un protostílido desarrollado (una cúspide bien formada), un M3 que se estrecha distalmente y raíces molares cortas.

Estas diferencias han llevado a los autores a proponer una nueva especie, Paranthropus capensis, la primera definida en este género desde P. aethiopicus (Arambourg y Coppens, 1967). Paranthropus viene a significar «cerca del hombre», reflejando su posición lateral en la filogenia humana, mientras que capensis alude a su procedencia sudafricana.

La divergencia de P. capensis respecto a P. robustus se habría producido hace más de 2 Ma, en un periodo de gran variabilidad morfológica dentro de los parántropos. Posteriormente, varias especies de este género habrían coexistido hace 1,4 Ma, ocupando nichos ecológicos distintos: mientras que P. robustus estaría adaptado a dietas basadas en materiales vegetales duros, la gracilidad de P. capensis indica hábitos alimentarios diferentes.

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Filogenia y sexo de parántropos a partir de su proteoma

Filogenia y sexo de parántropos a partir de su proteoma

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Los métodos de determinación de relaciones evolutivas entre homininos tradicionalmente se han basado en la morfología de los fósiles. Las limitaciones de estos métodos son obvias, incluyendo las dudas sobre si la variación observada entre especímenes puede deberse al dimorfismo sexual, a la diversidad taxonómica desconocida, o encaja en la variabilidad intraespecífica. La falta de datos moleculares ha impedido la utilización de otras técnicas hasta hace pocos años.

Ahora, por fin, estamos comenzando a explotar nuevas técnicas genómicas y proteómicas para revisar viejas asunciones y clasificaciones. Las limitaciones de la conservación del ADN hasta la fecha han imposibilitado estudiar genomas más antiguos que el umbral del medio millón de años marcado por el material recuperado de los homininos de la Sima de los Huesos. A partir de él, se pudo confirmar la pertenencia de estos homininos al linaje neandertal. En África, las condiciones de conservación del material genético son más desafiantes y hacen que tan solo se haya podido estudiar ADN humano de hasta 18.000 años (M. Lipson et al., 2022).

Sin embargo, la aplicación de técnicas de secuenciación a proteínas halladas en los dientes ha permitido ampliar el alcance temporal de los materiales analizables, e ir más atrás en el tiempo para, por ejemplo, estimar los vínculos filogenéticos de Homo antecessor, de 850 ka (miles de años), que lo sitúan muy cerca del último ancestro común de los linajes neandertal y sapiens.

Un nuevo trabajo (Madupe et al., 2025) ha conseguido duplicar la antigüedad del proteoma secuenciado de hominino, hasta dos millones de años, que es la antigüedad de los cuatro especímenes de Paranthropus robustus estudiados: los molares SK 850, SK 835, SK 830 y SK 14132, procedentes del Miembro 1 de la cueva de Swartkrans, en Sudáfrica (1,8-2,2 Ma, millones de años). La rápida acumulación del sedimento mediante inundaciones repentinas, la relativa aridez y la cementación contribuyeron a la buena preservación de las proteínas dentro de los dientes fósiles. Aunque la formación del Miembro 1 se prolongó durante casi medio millón de años, estos cuatro especímenes se consideran penecontemporáneos, es decir, afectados por el mismo proceso geológico tras la sedimentación.

Se trata de una investigación importante, ya que suelen ser objeto de discusión tanto la gran variabilidad intraespecífica de P. robustus como sus relaciones filogenéticas con otros taxones, como los parántropos esteafricanos o las especies de australopitecinos, comenzando por las sudafricanas. Aunque el consenso mayoritario considera que Paranthropus es un grupo monofilético, es decir, sus miembros comparten un antepasado común, las similitudes morfológicas entre P. robustus y Au. africanus en el sur de áfrica, y entre los esteafricanos P. aethiopicus, P. boisei y Au. afarensis, despiertan dudas sobre una posible parafilia o mezclas entre especies.

Los principales hallazgos de este trabajo se resumen a continuación:

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Paleoantropología: novedades 4º trimestre 2022

Paleoantropología: novedades 4º trimestre 2022

Hemos terminado 2022 con un último trimestre cargadito de novedades. Aquí va una selección de 31, completando un total de 101 noticias (bonito número) en el viejo año que he ido recopilando en mis resúmenes trimestrales:

  • Dos mandíbulas (MSD-VP-5/16 y MSD-VP-5/50) con dentición recuperadas en una capa de al menos 3,76 Ma (millones de años) en el sitio Woranso-Mille, muestran afinidades taxonómicas tanto con Australopithecus anamensis como con Au. afarensis. La retención de algunos rasgos similares a los Au. anamensis de Kanapoi, así como la presencia de esta especie en depósitos de 3,8 Ma en Woranso-Mille, sugieren la clasificación de estas dos mandíbulas en Au. anamensis. Las similitudes con la dentición de Au. afarensis complican esta clasificación, y reforzarían la hipótesis de la cronoespecies Au. anamensis-Au. afarensis, si no fuera por el posible solape cronológico entre ambas [+].
Mandíbulas MRD-VP-5/50 y MRD-VP-5/16 de Woranso-Mille, en comparación con otras mandíbulas australopitecinas

Mandíbulas MRD-VP-5/50 y MRD-VP-5/16 de Woranso-Mille, en comparación con otras mandíbulas australopitecinas. Crédito: Haile-Selassie et al (2022).

  • Un nuevo trabajo apoya la hipótesis que sitúa el origen de la bipedación humana en los árboles y no en el suelo. A partir de 2850 observaciones de eventos locomotores de 13 chimpancés adultos de los bosques abiertos del valle del Issa (Tanzania) durante 15 meses, el estudio concluye que pasaban tanto tiempo en los árboles como otros chimpancés que vivían en bosques densos, a pesar de su hábitat más abierto; no eran más terrestres como se habría esperado; sorprendentemente, más del 85% de los casos de bipedismo ocurrieron en los árboles; no caminaban más erguidos en la vegetación de sabana abierta, donde no pueden viajar fácilmente a través de la copa de los árboles [+].
  • A pesar de que se han definido hasta 21 especies en África entre el Mioceno final y el Pleistoceno medio, tan solo 17 esqueletos poscraneales se han podido asociar a alguna de dichas especies. Un nuevo trabajo repasa los restos poscraneales que conforman el limitado registro fósil africano en este período, como base para la asignación taxonómica de nuevos restos futuros [+].
Restos poscraneales asociados a cráneos en el Pleistoceno inferior

Restos poscraneales asociados a cráneos en el Pleistoceno inferior. Crédito: F. Grine et al (2022)

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Paleoantropología: novedades 3er trimestre 2022

Paleoantropología: novedades 3er trimestre 2022

Dejamos atrás el tercer trimestre de 2022, con una recopilación de 18 novedades publicadas en este periodo:

  • Basándose en una veintena de características morfológicas y biomecánicas estudiadas, Sahelanthropus tchadensis parece confirmarse como un bípedo habitual hace unos 7 millones de años (Ma) cuando caminaba sobre el suelo y también sobre las ramas de los árboles, mientras que los huesos del antebrazo indican que era cuadrúpedo para trepar a los árboles, pero de manera distinta al chimpancé y al gorila [+info].

Restos poscraneales de Sahelanthropus tchadensis: fémur TM 266-01-063, y cúbitos TM 266-01-358 y TM 266-01-050 / crédito: Guillaume Daver et al, 2022. Cráneo TM 266-01-060-1 / crédito: Roberto Sáez.

  • De acuerdo a un estudio experimental, las primeras técnicas para fabricar herramientas de piedra hace 2,6 Ma pudieron reinventarse sin necesidad de una transmisión cultural. Esta pudo haber comenzado mucho más tarde [+info].
  • La revisión de 23 dientes poscaninos de diferentes cuevas sudafricanas, atribuidos a Homo tempranos, muestra que solo 4 de ellos pueden ser atribuidos sin ambigüedad (3 de Swartkrans y 1 de Sterkfontein), mientras que otros 3 de Sterkfontein se aproximan más a Homo y el resto tienen más rasgos australopitecinos [+info].
  • Un modesto molar encontrado en el nuevo sitio de Qvemo Orozmani, a unos 20 km de Dmanisi (Georgia) constituye el resto humano más antiguo de Eurasia fuera de Dmanisi, ya que se le estima una datación de similar de 1,77-1,84 Ma a los restos de este sitio [+info].

Orozmani: molar encontrado en 2022 (foto: REUTERS/David Chkhikvishvili).

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Paleoantropología: novedades 2º trimestre 2021

Paleoantropología: novedades 2º trimestre 2021

En este resumen trimestral he recogido 16 grandes noticias, ordenadas por cronología, como de costumbre. Muchas de ellas os sonarán de los últimos días. De hecho, el inicio y el final de este segundo trimestre son realmente para recordar…

  • Little Foot (StW 573), el esqueleto más completo de un australopiteco, sigue aportando información. En este caso, el estudio de la articulación del hombro muestra un aspecto muy primitivo, en contraste con otras partes esqueléticas modernas como las extremidades inferiores. El omóplato y la clavícula de Little Foot mantienen una gran adaptación para suspenderse de las ramas y subir y bajar de los árboles [+info].

Esqueleto de Little Foot. Crédito: Paul John Myburgh

  • Una nueva técnica de datación ha permitido fijar en 2,22 Ma (millones de años) la edad del Lower Bank del Member 1 de Swartkrans, que contiene las primeras herramientas olduvayenses y la presencia más reciente de Paranthropus robustus en Sudáfrica. Esto pone en duda si los autores de esas herramientas fueron Homo, ya que solo hay dos fósiles de este nivel asignables a nuestro género: un diente y un fragmento de mandíbula [+info].

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