Paleoantropología: novedades 2º trimestre 2023

Paleoantropología: novedades 2º trimestre 2023

En este segundo trimestre del año, el ritmo de publicación de novedades en paleoantropología ha sido realmente alto. Rescato 45 de ellas para elaborar este resumen:

  • Dos nuevos trabajos paleontológicos y paleoecológicos en el este africano, analizan cómo era el hábitat donde evolucionaron los hominoideos ancestros de los primeros homininos. Aunque se suponía que su ecosistema era predominantente selvático hace más de 10 millones de años (Ma), se ha encontrado que más bien sería una sabana con zonas boscosas, un entorno más seco e irregular. Así, parece que tenemos que buscar el origen de la sabana africana mucho antes antes de lo esperado, con una abundancia de hierbas tipo C4 hace entre 21 y 16 Ma [+]. Esto reabre el debate sobre la evolución morfológica de los hominoideos y el aumento muscular de sus extremidades traseras, observada en el simio más antiguo de la región, Morotopithecus (nombre tomado del sitio Moroto II de Uganda), similar a la de los simios actuales, lo que sería una adaptación a bosques abiertos y estacionales en una transición hacia los orígenes de la locomoción bípeda [+]. 

Reconstrucción tradicional y nueva del hábitat de los hominoideos. Crédito: L. M. MacLatchy et al (2023).

  • Un estudio sobre el cúbito de 17 especímenes de homininos (Sahelanthropus, Ardipithecus, Australopithecus, Paranthropus y Homo primitivos), junto con cúbitos de Homo sapiens y de simios extinguidos, concluye que los fósiles TM 266 (asignado a Sahelanthropus tchadensis) y OH 36 (a Paranthropus boisei) se diferencian de otros homininos por encontrarse dentro del morfoespacio de la marcha con nudilleo (knucle-walking). Los autores del trabajo se cuestionan que S. tchadensis fuera un bípedo obligado; más bien podría ser un homínido del Mioceno tardío con adaptaciones para caminar con nudilleo [+].
  • Se ha logrado crear un modelo digital de la estructura muscular de la parte inferior del cuerpo del esqueleto de Lucy (Australopithecus afarensis), de 3,2 Ma, para comprobar su locomoción en vida. Para ello, se emplearon resonancias magnéticas y tomografías computarizadas de las estructuras musculares y óseas de humanos modernos para trazar las trayectorias musculares, usaron los modelos virtuales del esqueleto de Lucy para recomponer las articulaciones, reconstruyeron 36 músculos, y recrearon sus movimientos en vida. La mayoría de los músculos eran mucho más voluminosos en Lucy que en los humanos modernos. Por ejemplo, los músculos del muslo constituían el 74% de su masa, frente al 50% en los humanos modernos. Los músculos extensores de la rodilla de Lucy, y el efecto de palanca que permitirían, confirman que tenía la misma capacidad de enderezar las articulaciones de la rodilla que los humanos modernos. Una vez más, vemos que Lucy era bípeda [+].
  • Y, precisamente, los tres Australopithecus afarensis que dejaron las huellas del sitio G de Laetoli hace 3,66 Ma, eran relativamente grandes e iban un poco más rápido de lo que se había estimado anteriormente. Un gran australopiteco (160-170 cm) iba seguido a la misma velocidad por dos individuos de menor tamaño (un posible macho de 140 cm y una hembra o juvenil de 120 cm) [+].
  • Una revisión sobre la locomoción en los homininos y su evolución desde el Mioceno superior hasta el Plioceno superior, muestra la retención de ciertos rasgos en hombros y extremidades en Au. afarensis y Au. africanus (ya después de ser bípedos habituales) relacionados con actividades arbóreas que resultaban clave para alimentarse, criar y evitar depredadores. Muchos de estos rasgos persistieron hasta la aparición de Homo erectus [+].

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Uso de piel de oso para protección hace 300.000 años

Uso de piel de oso para protección hace 300.000 años

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Aunque no la incluí en la recopilación de noticias del último trimestre de 2022, no quería dejar de destacar la publicación de dos huesos de un oso de las cavernas procedentes del sitio alemán de Schöningen 12, con una antigüedad estimada de 320 ka (miles de años). Estos huesos tienen finas marcas de corte que sugieren el empleo de la piel del oso por los homininos que habitaban aquella región (¿Homo heidelbergensis? ¿preneandertales?), la cual les proporcionaría un gran aislamiento frente al frío, facilitando su adaptación a los duros inviernos de Centroeuropa.

Schöningen es un yacimiento bien conocido por haberse descubierto en él diez lanzas y dos bastones de madera sorprendentemente conservados a pesar de su material orgánico, fácilmente degradable. De allí también proceden más de 20.000 restos de herbívoros que sirvieron de alimento para los humanos, y algunos posiblemente también para el empleo de su piel.

Las marcas de corte en huesos de fauna suelen estar asociados a la explotación del animal para consumir su carne, aunque en este caso, al tratarse de una falange y un metatarso, son huesos de las extremidades del oso que apenas tienen carne, de lo cual se infiere otro uso más probable como la extracción de la piel. Además, indicaría que los humanos cazaron y accedieron de forma primaria al animal, ya que la piel del oso se extrae mejor recién muerto.

Son raras las evidencias de aprovechamiento de la piel del oso en otros sitios del Paleolítico inferior. Destacan Isernia La Pineta (Italia, ~600 ka), Boxgrove (Reino Unido, ~500 ka) y Bilzingsleben (Alemania, ~400 ka). Otros yacimientos posteriores del Paleolítico medio muestran evidencia de la explotación tanto de la piel como de la carne del oso, tales como Biache-Saint-Vaast (Francia), Taubach (Alemania), y Rio Secco y Fumane (Italia). También en otros sitios se han hallado útiles fabricados a partir de huesos de oso retocados. En el Paleolítico superior, las actividades de explotación del oso se encuentran más extendidas, particularmente en distintos yacimientos de Centroeuropa. Sigue leyendo

Paleoantropología: novedades 2º trimestre 2020

Paleoantropología: novedades 2º trimestre 2020

Como es tradición en este blog, os comparto una selección de novedades (26) del segundo trimestre del año, junto con mi deseo de que tengáis buena salud y mucho ánimo.

  • Hemos conocido el nuevo yacimiento Mille-Logya en la región de Afar (Etiopía), con cuatro restos de homininos (dos fragmentos cubitales, uno craneal y un segundo molar superior) y abundantes restos de hipopótamos, bóvidos, jirafas, cocodrilos, hienas y caballos procedentes de tres áreas diferentes, Gafura, Seraitu y Uraitele. Tienen una antigüedad de entre 2,4-2,9 millones de años (Ma). El estudio geológico y paleontógico de estas áreas junto con los sitios de Hadar y Dikika, indica cambios medioambientales que podrían estar asociados con la aparición de los primeros Homo allí, en entornos más abiertos que los de Australopithecus afarensis. Pudo darse una evolución de los australopitecos en los Homo tempranos en esa región, o bien migraciones desde otras áreas como parte de una fauna adaptada a hábitats más abiertos [+info].

Crédito: Alemseged, Z., Wynn, J.G., Geraads, D. et al. (2020) Fossils from Mille-Logya, Afar, Ethiopia, elucidate the link between Pliocene environmental changes and Homo origins. Nat Commun 11, 2480

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