Paleoantropología: novedades 3er trimestre 2025

Paleoantropología: novedades 3er trimestre 2025

Este trimestre que cerramos ha venido cargado de novedades: nada menos que 49 trabajos recopilados, que muestran cómo este campo sigue despertando interés, tanto en la comunidad científica como en el público general. Ahora bien, siguiendo mi campaña contra los titulares exagerados, conviene recordar que cada hallazgo no supone “reescribir la historia de la evolución humana”. ¿Lo habríamos tenido que hacer 49 veces en un solo trimestre? Comprendamos el significado de cada avance en su contexto.

  • El ilion experimentó dos innovaciones clave en la evolución humana que hicieron posible la bipedación: la reorientación de la placa de crecimiento ilíaca perpendicular a la columna vertebral, y una osificación ilíaca humana tardía (Senevirathne, Fernandopulle, Richard et al., 2025).
  • Los chimpancés del valle de Issa (Tanzania) pasan tanto tiempo en los árboles como los chimpancés de bosques más densos. Además, no solo trepan, sino que también suelen ponerse de pie y desplazarse erguidos sobre las ramas, usando los brazos para equilibrarse mientras buscan alimento. Se trata de un entorno parecido al de los primeros homininos de hace entre 4 y 7 Ma (millones de años), que aún mostraban adaptaciones claras para trepar, como brazos largos y dedos curvados. Aquellos homininos pudieron haber combinado vida arbórea y terrestre y desarrollado el caminar erguido en las ramas, aprendiendo el equilibrio antes de dominar la marcha en espacios abiertos (Drummond-Clarke et al., 2025).
  • Baker, Barton y Venditti han hallado en 95 primates fósiles y actuales una correlación entre la longitud del pulgar, una característica clave del agarre de precisión, y el tamaño del cerebro, utilizando métodos filogenéticos bayesianos. En concreto, no se ha encontrado un vínculo con el tamaño del cerebelo, pero sí una fuerte relación con el tamaño del neocórtex, lo que puede reflejar el papel de las cortezas motora y parietal en las habilidades sensomotoras asociadas con la manipulación fina.
  • El análisis de ocho dimensiones poscraneales sugiere que tanto Australopithecus afarensis como Australopithecus africanus presentan un alto grado de dimorfismo sexual de tamaño, significativamente mayor que el de los chimpancés y los humanos modernos. A su vez, Au. afarensis tiene mayor dimorfismo que Au. africanus (Gordon, 2025).
  • El estudio de las clavículas de Au. afarensis, en particular las del individuo juvenil DIK-1-1 y del adulto KSD-VP-1/1, en comparación con las de simios actuales, revela una geometría cortical que sugiere un comportamiento arbóreo sostenido en estos homininos, incluyendo suspensión y escalada (Farrell y Alemseged, 2025).
  • La introducción en la dieta de los australopitecos de vegetales duros como las gramíneas precedió en unos 700 ka a la adaptación de su dentición, con el desarrollo de molares más largos y la reducción del tamaño de los dientes en un 5% cada 1000 años. Fannin y colaboradores han observado que los Au. afarensis dejaron de consumir frutas, flores e insectos para alimentarse de pastos y juncos hace entre 3,4 y 4,8 Ma, a pesar de carecer de los dientes y el sistema digestivo óptimos para comer estas plantas más duras y resistentes. Los homininos habrían podido maximizar los nutrientes derivados de estas plantas a medida que sus dientes se volvían más eficientes para descomponerlas. Posteriormente, hace unos 2 Ma los isótopos de carbono y oxígeno en los dientes de los primeros Homo cambiaron abruptamente, por la reducción del consumo de pastos y el aumento relativo del agua probablemente contenida en tubérculos, bulbos y cormos, tejidos vegetales de alta energía. En este momento los dientes muestran un cambio repentino en forma y tamaño más adecuado para comer tejidos cocinados.
  • Los homininos de Nyayanga (Kenia) fabricaron herramientas olduvayenses hace 2,6 Ma principalmente a partir de materia prima no local, transportada hasta 13 km para aprovechar su calidad (Finestone et al., 2025). Con esta antigüedad, los autores de aquellas herramientas pudieron ser representantes de Homo tempranos o Paranthropus, cuya presencia se ha documentado en el mismo nivel NY-1. Las anteriores evidencias de transporte de materias primas estaban datadas en unos 2 Ma, procedentes de Kanjera South (a 15 km de Nyayanga) y de Olduvai y Ewass Oldupa en Tanzania. El mismo trabajo recopila una comparativa de lugares y distancias de transporte. Se han observado transportes similares realizados por chimpancés durante unos 2 km.
Sigue leyendo
Paleoantropología: novedades 1er trimestre 2025

Paleoantropología: novedades 1er trimestre 2025

Estuve tentado de dividir esta entrada en varias, ya que en este trimestre hemos conocido un número muy alto de novedades importantes. Finalmente, he reunido y resumido 54 de ellas (!) en un solo artículo que ofrece una visión fascinante de la evolución humana. Espero que lo disfrutéis

  • La selección de herramientas de piedra por parte de los chimpancés salvajes para romper nueces en Bossou (Guinea), en experimentos controlados que introducen rocas desconocidas para esta población, podría reflejar las técnicas de los homininos que desarrollaron la industria olduvayense (Braun et al., 2025). Los chimpancés seleccionan yunques y martillos en función de las propiedades mecánicas, características no directamente visibles para el individuo: piedras más duras para los martillos y más blandas para los yunques, lo que indica que comprenden propiedades específicas para funciones distintas. Los adultos identifican las propiedades mecánicas mediante el aprendizaje individual, y los jóvenes a menudo reutilizan las herramientas seleccionadas por los adultos.
  • El origen de la talla lítica pudo haber sido un proceso emulativo por parte de los homininos que buscaban reproducir objetos afilados producidos de forma natural («naturalitos») y que ya eran muy demandados, y no tanto la creación intencional o por accidente de lascas afiladas y la posterior aplicación a objetos para cortar (Eren et al., 2025).

Ejemplos de objetos de piedra con filos producidos naturalmente. Crédito: Michelle R. Bebber, Metin I. Eren y Alastair Key

  • La orientación acetabular de los Australopithecus era esencialmente similar a la humana hace 3,6 Ma, atendiendo a la comparativa de los acetábulos en una muestra de primates antropoides existentes y homininos fósiles que incluyen Australopithecus afarensis (AL 288–1, KSD-VP-1/1), Australopithecus africanus (Sts 14), Australopithecus sediba (MH2) y Homo neanderthalensis (Kebara 2). El cambio en la orientación acetabular de los homininos fue probablemente un rasgo seleccionado para la locomoción (Lawrence, Hammond, Ward, 2025).

Vectores de orientación acetabular en 3D (vectores normales al plano acetabular) superpuestos en una pelvis humana y mostrados en vistas que representan el plano medio, el plano lumbosacro y el plano comparativo ortogonal. Figura 4 en A.B. Lawrence, A. S. Hammond, C. V. Ward (2025)

  • Se han comparado los isótopos de carbono y nitrógeno unidos al esmalte dental de los dientes fósiles de 43 mamíferos de hace 3,5 Ma de Sterkfontein (Sudáfrica), incluidos 7 individuos diferentes de Au. africanus, con los dientes de mamíferos africanos modernos (Lüdecke et al., 2025). Cuando los animales digieren los alimentos, sus cuerpos tienden a utilizar y eliminar por la orina, las heces y el sudor más el isótopo ligero de nitrógeno (14N) que el isótopo pesado (15N), el cual queda más en sus cuerpos en comparación con los alimentos que comen. Las plantas contienen mucho 14N pero no mucho 15N; los herbívoros tienen más 15N  y menos 14N en sus cuerpos que las plantas que comen; y los carnívoros tienen mucho 15N y no mucho 14N. El estudio observa que los australopitecos parecen haber tenido una dieta variada, pero no rica en carne de mamíferos. Este hallazgo podría implicar que las habilidades de los australopitecos para adaptarse a ecosistemas de sabana pudo haber sido anterior al cambio a una dieta rica en carne que potenció la evolución del cerebro. Tampoco se puede descartar una dieta rica en termitas, alimento que contiene relativamente menos nitrógeno del tipo que se encuentra en la carne de los mamíferos.

Sigue leyendo

Paleoantropología: novedades 2º trimestre 2023

Paleoantropología: novedades 2º trimestre 2023

En este segundo trimestre del año, el ritmo de publicación de novedades en paleoantropología ha sido realmente alto. Rescato 45 de ellas para elaborar este resumen:

  • Dos nuevos trabajos paleontológicos y paleoecológicos en el este africano, analizan cómo era el hábitat donde evolucionaron los hominoideos ancestros de los primeros homininos. Aunque se suponía que su ecosistema era predominantente selvático hace más de 10 millones de años (Ma), se ha encontrado que más bien sería una sabana con zonas boscosas, un entorno más seco e irregular. Así, parece que tenemos que buscar el origen de la sabana africana mucho antes antes de lo esperado, con una abundancia de hierbas tipo C4 hace entre 21 y 16 Ma [+]. Esto reabre el debate sobre la evolución morfológica de los hominoideos y el aumento muscular de sus extremidades traseras, observada en el simio más antiguo de la región, Morotopithecus (nombre tomado del sitio Moroto II de Uganda), similar a la de los simios actuales, lo que sería una adaptación a bosques abiertos y estacionales en una transición hacia los orígenes de la locomoción bípeda [+]. 

Reconstrucción tradicional y nueva del hábitat de los hominoideos. Crédito: L. M. MacLatchy et al (2023).

  • Un estudio sobre el cúbito de 17 especímenes de homininos (Sahelanthropus, Ardipithecus, Australopithecus, Paranthropus y Homo primitivos), junto con cúbitos de Homo sapiens y de simios extinguidos, concluye que los fósiles TM 266 (asignado a Sahelanthropus tchadensis) y OH 36 (a Paranthropus boisei) se diferencian de otros homininos por encontrarse dentro del morfoespacio de la marcha con nudilleo (knucle-walking). Los autores del trabajo se cuestionan que S. tchadensis fuera un bípedo obligado; más bien podría ser un homínido del Mioceno tardío con adaptaciones para caminar con nudilleo [+].
  • Se ha logrado crear un modelo digital de la estructura muscular de la parte inferior del cuerpo del esqueleto de Lucy (Australopithecus afarensis), de 3,2 Ma, para comprobar su locomoción en vida. Para ello, se emplearon resonancias magnéticas y tomografías computarizadas de las estructuras musculares y óseas de humanos modernos para trazar las trayectorias musculares, usaron los modelos virtuales del esqueleto de Lucy para recomponer las articulaciones, reconstruyeron 36 músculos, y recrearon sus movimientos en vida. La mayoría de los músculos eran mucho más voluminosos en Lucy que en los humanos modernos. Por ejemplo, los músculos del muslo constituían el 74% de su masa, frente al 50% en los humanos modernos. Los músculos extensores de la rodilla de Lucy, y el efecto de palanca que permitirían, confirman que tenía la misma capacidad de enderezar las articulaciones de la rodilla que los humanos modernos. Una vez más, vemos que Lucy era bípeda [+].
  • Y, precisamente, los tres Australopithecus afarensis que dejaron las huellas del sitio G de Laetoli hace 3,66 Ma, eran relativamente grandes e iban un poco más rápido de lo que se había estimado anteriormente. Un gran australopiteco (160-170 cm) iba seguido a la misma velocidad por dos individuos de menor tamaño (un posible macho de 140 cm y una hembra o juvenil de 120 cm) [+].
  • Una revisión sobre la locomoción en los homininos y su evolución desde el Mioceno superior hasta el Plioceno superior, muestra la retención de ciertos rasgos en hombros y extremidades en Au. afarensis y Au. africanus (ya después de ser bípedos habituales) relacionados con actividades arbóreas que resultaban clave para alimentarse, criar y evitar depredadores. Muchos de estos rasgos persistieron hasta la aparición de Homo erectus [+].

Sigue leyendo